Satse denuncia la colocación “ilegal” de cámaras de vigilancia en el Hospital Regional de Málaga
El sindicato pide su retirada porque entiende que vulnera la Constitución y el Reglamento de Protección de Datos
Satse estima que unos 80.000 pacientes de Málaga no tienen su enfermera de cabecera

Sorprendidos primero e indignados después. Profesionales del Hospital Regional se encontraron este pasado lunes con cámaras de vigilancia colocadas en áreas de trabajo. Según denunció el Sindicato de Enfermería (Satse), sin comunicación previa fueron instaladas en las zonas donde los enfermeros realizan gran parte de su trabajo, como sala de curas y de preparación de medicación. La organización reclamó su “inmediata retirada”.
Es más, avanzó que estudia “acciones legales” al entender que su instalación vulnera el derecho a la intimidad proclamado en el artículo 18 de la Constitución, así como el 5.1 del Reglamento General de Protección de Datos.
Satse aseguró que su colocación se realizó “sin previo aviso, a hurtadillas y sin ningún tipo de explicación”. Las cámaras están colocadas en casi todas las plantas de hospitalización del pabellón A, el más antiguo. Pero no en zonas comunes, sino “en los lugares habituales de trabajo” de los enfermeros.
Su instalación no fue comunicada con antelación a los representantes de los trabajadores, aunque este lunes, la dirección sí informó a los supervisores a través de un “escueto” correo electrónico. “Pero no sabemos ni por qué se han instalado, ni para qué, ni hasta cuándo. Entendemos que es una ilegalidad y lo está estudiando nuestra asesoría jurídica”, apuntó el delegado de Satse en el Regional, Juan Ignacio Anguita. Además, acotó: “Para atajar las agresiones no es porque donde las han colocado no se producen”.
El sindicato emitió una nota de prensa en la que denunció la medida y exigió su retirada. En ese escrito, tachó la instalación de las cámaras como una “cacicada de la dirección” y añadió: “No conformes con acosar a los profesionales de enfermería diariamente con continuas movilizaciones a otras unidades donde normalmente no se manejan ni tienen experiencia, haber normalizado obligarles a trabajar con mucho menos personal del necesario, con unos ratios tercermundistas, en lo que consideramos que por su cronicidad es un acto de acoso laboral institucionalizado, ahora se dedican a emplear tiempo y dinero (que dicen no tener para otras cuestiones mucho más importantes ) en colocar cámaras de vigilancia sin tener la decencia siquiera de comunicárselo a los afectados”.
El sindicato aseguró que la medida –que calificó de “ilegal y falta de la más mínima ética”– ha causado “indignación” entre los profesionales. Por último, Satse apeló a la gerencia a que “con la misma celeridad que se emprenden estas acciones, se pongan las pilas para tomar decisiones que mejoren las condiciones de trabajo de los profesionales de enfermería, porque cada nueva actividad de este hospital supone una carga extra para ellos”.
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