Málaga

La supervivencia frente al melanoma aumenta por la mayor detección precoz

  • Dos de cada tres casos se solucionan solamente con cirugía

  • Si la formación tumoral se mete 0,8 milímetro dentro de la piel, ya hay que hacer pruebas para saber si existe metástasis

El dermatólogo Silvestre Martínez analiza los lunares de una mujer.

El dermatólogo Silvestre Martínez analiza los lunares de una mujer. / M. H.

Tantos años de campañas de sensibilización para que la gente acuda a un especialista si sus lunares cambian de aspecto empiezan a rendir sus frutos: la supervivencia frente al melanoma está aumentando debido a una mayor detección precoz. Éste no es el cáncer de la piel más frecuente, pero sí el más agresivo. En la actualidad en torno al 70% de los pacientes –es decir dos de cada tres– pueden ser tratados simplemente con cirugía, extirpando simplemente la formación cancerígena.

Pero para ello es necesario que el lunar que da origen al melanoma no se haya metido más de 0,8 milímetro dentro de la piel. Menos de un milímetro. Porque aunque parezca increíble, una profundidad mayor ya complica las cosas. “El mejor tratamiento es acudir a tiempo a consulta; cuanto antes se acuda, mejor”, explica el dermatólogo del Hospital Quirónsalud Málaga Silvestre Martínez.

Porque, si el melanoma ha penetrado más de 0,8 milímetro dentro de la piel ya hay que hacer pruebas para determinar si el cáncer ha pasado al cuerpo y hay metástasis. Esto se hace mediante la técnica del ganglio centinela, localizado en la axila. Si el tumor ha pasado por allí, significa que se ha expandido y ha hecho metástasis. Este 13 de junio se celebra precisamente el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel.  

Según Martínez, que también es dermatólogo en el Hospital Regional, en el área de referencia de este centro sanitario se diagnostican actualmente al año unos 90 melanomas. El especialista explica cuándo hay que acudir a un facultativo:“Siempre que un lunar pique, sangre, duela o se inflame; cuando cambie de forma, tamaño o color”.

El cáncer de piel más frecuente, aunque menos agresivo, es el carcinoma basocelular. Suele aparecer en personas de pelo rubio, ojos claros y piel blanca por un daño solar crónico por una exposición durante mucho tiempo al sol. El melanoma tiene su detonante en factores genéticos y en quemaduras solares intermitentes, pero más graves. Por eso el dermatólogo insiste en que es importante tener cuidado con la exposición al sol, “sobre todo las primeras exposiciones”, cuando la piel está aún muy blanca.

El melanoma suele ser más habitual en mujeres. En éstas, se localiza más en las piernas y en los hombres, en la espalda. Suele aparecer en personas de mediana edad.

Varios bañistas en la playa de La Malagueta. Varios bañistas en la playa de La Malagueta.

Varios bañistas en la playa de La Malagueta. / Marilú Báez

La supervivencia frente a este tipo de cáncer aumenta por la mayor detección precoz y la mejora en los tratamientos. “Las personas ahora se preocupan más por la piel y están más concienciadas de que el sol es bueno en cierta medida; por eso, se revisan más los lunares”, sostiene Martínez. “Y el hecho de que consulten más, mejora el diagnóstico”, agrega. “La detección precoz está aumentando la supervivencia. Frente al melanoma es lo más importante porque puede salvarte la vida”, insiste el facultativo.

De los diagnosticados, dos de cada tres se tratan sólo con cirugía: con la extirpación. El resto puede ser tratado con inmunoterapia (que activa el sistema inmunológico del propio individuo para luchar contra el cáncer), terapia diana (que actúa de forma personalizada sobre la mutación de cada melanoma en particular) o con radioterapia. “Pero cada vez hay menos radioterapia y más inmunoterapia”, indica el dermatólogo.

Además, la inmunoterapia también se usa más de forma preventiva (lo que los especialistas llaman adyuvancia). Es decir, una vez que se ha diagnosticado y extirpado un melanoma de alto riesgo, se aplica aunque en los TAC no aparezca ninguna señal de metástasis. Así se previene la posibilidad de que aparezca la formación cancerígena.

Hay dos factores de riesgo ante el melanoma que no se pueden evitar: la predisposición genética (antecedentes familiares de ese cáncer) y las características físicas (ojos claros, pelo rubio y piel muy blanca). De ahí que los dermatólogos insistan en la necesidad de controlar los excesos con el sol, dado que es el único factor de riesgo evitable frente a la enfermedad.

Dado el clima de la provincia, Martínez advierte que en Málaga “hay que cuidarse del sol no sólo en verano, sino todo el año”.

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