Meteorología

Diez años del tornado de San Andrés en Málaga capital

  • Málaga sufrió el 1 de febrero de 2009 el peor tornado registrado en una ciudad en España, con 20 heridos y 24 millones de euros en gastos

Un ciudadano intentaba atravesar parte de la zona afectada.

Un ciudadano intentaba atravesar parte de la zona afectada.

Fueron cinco minutos, pero de destrucción masiva. No hizo falta más para poner patas arriba varias barriadas de Málaga capital, con especial incidencia en Nuevo San Andrés, y dejar 20 heridos, una treintena de familias desalojadas, casas, negocios y vehículos reventados y una factura de 24 millones de euros, es decir, casi cinco millones de euros por minuto. La única buena noticia fue que no falleció nadie, prácticamente un milagro ya que, según destacó la propia Agencia Estatal de Meteorología en sus investigaciones posteriores, el tornado de 220 kilómetros por hora que se originó en plena Málaga capital en la noche del 1 de febrero de 2009 fue el más violento en la historia de este país en un núcleo urbano desde que se tienen estadísticas oficiales, es decir, más de 150 años.

Nadie perdió la vida por suerte y porque era una noche de perros, lo que incitaba poco al paseo. Era invierno, domingo, llovía a mares y hacía viento, una magnífica combinación para quedarse en casa. Pero los tornados no entienden de días, horas ni costumbres. Varias de las personas que estaban en la calle en ese momento resultaron heridas y hasta volaron por los aires, pero las que se mantuvieron en sus viviendas tuvieron que asistir atónitos al triste espectáculo de ver cómo se rajaban las paredes o se levantaban los techos.

El tornado se formó en el polígono Valdicio y fue avanzando hacia las barriadas de La Luz, Vistafranca y Nuevo San Andrés. Cruzó, inmisericorde, las vías del tren y llegó a las cocheras de la Empresa Municipal de Transporte donde el informe de Meteorología detalló que registró su máxima potencia. Posteriormente, algo más débil pero igualmente espeluznante, se dirigió por el Camino San Rafael, la Avenida Juan XXIII, el Paseo de los Tilos, la estación María Zambrano, la plaza de la Solidaridad e incluso llegó a la avenida de Andalucía. Un recorrido por media Málaga que dejó sin habla a los ciudadanos porque, entre otras cosas, nunca habían visto nada igual y menos en el interior de una ciudad.

Varios coches afectados por el tornado. Varios coches afectados por el tornado.

Varios coches afectados por el tornado.

No existían Whatsapp –este servicio nació curiosamente el 24 de febrero de ese 2009–, ni Instagram y Facebook apenas contaba con cinco años de vida y Twitter con menos de tres. Los teléfonos móviles iban a paso de tortuga en comparación con el 4G actual y no hervían como ahora con imágenes ni vídeos publicados al instante. Pero sí estaban los medios de comunicación tradicionales y este diario hizo una amplia cobertura que permitió conocer de primera mano la historia de varios de los afectados.

Uno de ellos, por ejemplo, fue un señor llamado Francisco de 74 años que estaba aparcando su coche en el garaje de su casa junto a su esposa. “Vi venir hacia mí una nube gris muy alta que daba vueltas”, recordaba en uno de los reportajes publicados por Málaga Hoy. No se enteró de más porque salió literalmente volando. El tornado lo arrastró más de 200 metros, junto a todo tipo de piedras o cristales, y perdió el conocimiento. Despertó ingresado en el hospital Carlos Haya con todo tipo de contusiones.

Otro testigo en primera línea fue el taxista José Luis Ortigosa. El tornado arrancó una de las chapas de la estación de autobuses e impactó directamente contra su taxi, con tan mala fortuna que, además del susto, le cortó un músculo, varios tendones y venas de una pierna cuando intentaba huir. Tardó dos meses en recuperarse y le quedó una gran cicatriz que le haría no olvidar nunca esa noche.

Una de las imágenes más impactantes fueron las de una bolera ubicada en la avenida Juan XXIII que, como en cualquier película de Hollywood, fue arrasada por el tornado. Se llevó la fachada principal y se llegó a encontrar parte del rótulo en la calle La Unión. Para más inri, lo poco que quedó fue saqueado porque siempre hay individuos que aprovechan el mal ajeno para beneficiarse.

Uno de los 120 árboles que arrancó el tornado de San Andrés. Uno de los 120 árboles que arrancó el tornado de San Andrés.

Uno de los 120 árboles que arrancó el tornado de San Andrés.

El 2 de febrero de 2009 y los días siguientes San Andrés era la zona cero. Tocaba lamerse las heridas, hacer cuentas y arreglar todo ese desaguisado. Un año después de la tragedia el consorcio de compensación de seguros había recibido 5.150 reclamaciones por daños por un importe total de 24 millones de euros. La mayoría de las reclamaciones fueron por destrozos en viviendas y oficinas aunque el mayor desembolso se realizó en arreglar comercios e industrias. Quedaron dañados 1.892 vehículos, lo que da muestra de la magnitud de la catástrofe.

El ya famoso tornado de San Andrés recorrió cinco kilómetros por la zona oeste de la capital con una velocidad que llegó a alcanzar los 220 kilómetros por hora. Ya ha pasado una década pero no se olvida. Los primeros que lo tienen fresco son, lógicamente, los que lo sufrieron en sus propias carnes y es inevitable sentir un sudor frío cuando se vieron las imágenes del tornado que pasó en la tarde noche del domingo por Campillos y que, afortunadamente, fue menos traumático porque, entre otras cosas, fue por el campo en lugar de en plena urbe.

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