Superadas de una forma exitosa varias operativas que podrían considerarse como de prueba, los muelles del puerto de Málaga afianzan un nuevo tráfico; un tránsito en el que se movilizarán yates embarcados a bordo de un barco. Gestionada esta actividad por la agencia Servimad Global, las aguas malacitanas se han integrado en un circuito de puertos donde se cargan y descargan barcos de recreo privados; una ruta que transcurre especialmente por territorio europeo y que corre a cargo de la empresa de origen holandés Amasus Shipping.

Con una flota multifunción de 80 barcos, esta compañía que dispone de varios buques dedicados a cargas especiales, ha habilitado a uno de ellos, el Eemslift Hendrika, para el transporte de yates. Con 111 metros de eslora, este buque que puede estibar embarcaciones tanto en su cubierta superior como en su bodega con la ayuda de dos grúas, además, también completa su carga con pequeños barcos tales como lanchas de servicio o pesqueros.

Y aunque el tráfico de yates embarcados es algo habitual, la principal baza con la que juega esta compañía es la del mercado de barcos privados de recreo reacondicionados. Manteniendo una ruta más o menos fija donde ya está incluido el puerto malagueño, el Eemslift Hendrika va recogiendo yates de segunda mano que lleva a Rotterdam, lugar donde son reformados y actualizados.

Una vez listos, estos yates, otra vez embarcados en el Hendrika, son dejados en alguno de los puertos incluidos en el circuito en el que opera este buque. Luciendo en sus costados la inscripción Yacht Transport, el Eemslift Hendrika que navega con bandera de Países Bajos, en lo que llevamos de 2022 ya ha cumplimentado tres operativas en las que ha realizado tanto cargas como descargas de yates; unas ejecuciones que confirman la apuesta que la naviera holandesa ha hecho por las aguas malacitanas.

Con el añadido de que las operaciones están muy agilizadas y se realizan en un corto espacio de tiempo, la última efectuada en Málaga el pasado 13 de mayo donde se desembarcó a un yate de 18 metros duró muy pocas horas, las llegadas de este barco, sin tener una periodicidad fija según han comentado a Málaga Hoy responsables de Servimad Global, podrían sucederse con unos intervalos de tiempo que oscilarían entre 40 y 50 días; una regularidad en función de la demanda que ya tiene al puerto malacitano como un punto fijo para este tipo de tráfico.