El turismo nacional no solo le está salvando los muebles al sector turístico malagueño este verano sino que está ayudando a que presente datos incluso mejores que los de 2019, antes de la pandemia, que fueron récord histórico. El turismo extranjero sigue siendo mayoritario, un 55%, pero se esperaba un peso mayor, en torno al 65%. Ese freno se debe en buena medida a las numerosas huelgas en compañías aéreas como Ryanair, Easyjet o Lufthansa que desaniman a los potenciales clientes, así como las consecuencias económicas de la guerra entre Rusia y Ucrania. Hay menos vuelos internacionales y la Costa del Sol lo nota. 

Este verano se están viendo menos turistas extranjeros, pero se están compensando con los españoles, que tras dos años de pandemia han salido a disfrutar pese a la inflación y las complicadas condiciones económicas que se esperan a partir de otoño en España y en el resto de Europa. De hecho, no solo han compensado sino que incluso se ha conseguido superar el registro de ocupación hotelera de 2019, que fue un año de récord histórico.

La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha señalado este viernes que el mes de julio se cerrará con una ocupación del 86%, dos puntos por encima respecto a julio de 2019. Los municipios más demandados están siendo Nerja (94%) y Torremolinos (92%) mientras que superan el 80% de media los hoteles de Marbella, Fuengirola, Málaga, Mijas, Benalmádena, Estepona, Manilva y Casares. En el interior, sin embargo, no está siendo un buen verano. La ocupación en Ronda es del 59% y en Antequera, donde hace más calor en un verano que está siendo especialmente cálido, apenas llega al 30%.

"Estamos disfrutando de un buen mes, aunque nos preocupa la demanda en las zonas de interior y, sobre todo, la caída del turismo internacional que estimábamos en un 65% y se ha estancado en un 55% durante los meses estivales”, ha señalado José Luque, presidente de Aehcos, en un comunicado de prensa. 

Desde Aehcos denuncian "una bajada preocupante de la capacidad aérea acumulada entre enero y septiembre de 2022 con respecto a los principales mercados emisores de carácter internacional. Si lo comparamos con 2019, Alemania presenta una caída del 26,1%; Francia del 15,9%; Reino Unido del 13,6% e Irlanda del 11,6%". “Estos datos demuestran que ésta subida del 2% de ocupación del mes de julio se ha compensado de nuevo gracias al aumento de la demanda del turismo nacional”, añade Luque.

Previsión para agosto, septiembre y octubre

El mes de agosto está a la vuelta de la esquina y, por ahora, están reservadas el 84% de las plazas hoteleras en la Costa del Sol, cinco puntos menos que en el mismo mes de 2019. No obstante, es previsible que haya reservas de última hora y se pueda recuperar ese terreno perdido o incluso superarlo como ha pasado en julio, donde de inicio también había una expectativa más baja. En Torremolinos ya hay un 90% de ocupación prevista para agosto .

En septiembre y octubre se mantiene la tendencia a la baja, aunque habrá que ver qué ocurre realmente cuando se aproxime la fecha. Dependerá de muchos factores como el climatológico o la situación económica europea y española. De momento, las reservas hoteleras para septiembre están en el 78% (ocho puntos menos que en 2019) y en el 68% para octubre (nueve puntos menos que en 2019).

De cara al inicio del otoño se observa también una recuperación del turismo de interior. Así, la ocupación en Antequera remonta progresivamente y pasa de un 35% en agosto a un 50% en septiembre hasta alcanzar un 65% en octubre. Algo similar ocurre en Ronda, que pasa de un 44% de ocupación en agosto a un 73% en septiembre.

"Observamos con cierta preocupación la ralentización del sector para el otoño, provocada quizá por la alarma de los expertos económicos, que advierten de una preocupante inflación y la llegada de unos meses complicados”, comentan desde Aehcos. No obstante, también hay que recordar que la situación de 2019 no tiene nada que ver con la actual. Los precios se han disparado por el aumento de costes y viajar ahora es muchísimo más caro que hace tres años. En verano de 2019 no se veían nubarrones en el horizonte, ni había una guerra, ni pandemia y ahora sí. Pese a eso la ocupación hotelera ha crecido en julio y no está lejos en agosto o septiembre, lo que demuestra las ganas de hacer turismo de los ciudadanos y la pujanza del destino malagueño.