Una veintena ajustes en el Metro duplican el presupuesto de la obra
Los cambios en el proyecto, adjudicado por 351,7 millones, disparan la inversión a 677 millones si el tramo final se hace en superficie; 830 millones si se opta por el soterramiento.
Casi una veintena de cambios en los nueve años transcurridos desde que la obra del Metro fue adjudicada están detrás de que su coste se dispare hasta límites difícilmente asumibles. La infraestructura, la de mayor envergadura de cuantas hoy se mantienen vivas en la región, fue contratada a una unión temporal de empresas (UTE) encabezada por FCC por 351,7 millones de euros (sin incluir la inversión en material móvil). Sin embargo, los numerosos ajustes aplicados a la intervención hace que en el mejor de los casos, con el paso por el centro de la ciudad en superficie, la inversión que vaya a requerir se dispare hasta los 677,2 millones de euros, un 92% más. El porcentaje, de optarse por mantener el tránsito bajo tierra por la Alameda y el Parque, como defiende el Ayuntamiento, subiría hasta el 138%, con una cuantía global de 835 millones.
Los números reales de esta intervención son más demoledores de lo contemplado. Porque aunque se estimase que el ferrocarril urbano iba a elevar sobremanera sus costes, nunca desde la Junta de Andalucía, máxima responsable de la iniciativa, se habían puesto sobre la mesa los porqués de esta manifiesta desproporción. Málaga hoy acaba de tener acceso a los documentos que justifican desde el punto de vista legal y técnico el cataclismo económico que rodea al proyecto y que tiene su origen en la apuesta de la Administración regional por contratar los trabajos de las líneas 1 y 2 sobre un anteproyecto, cuya certeza para estimar la inversión y los plazos se ha comprobado nula.
La información recabada del Consejo Consultivo de Andalucía y de una reciente respuesta parlamentaria de la Consejería de Fomento ponen negro sobre blanco argumentos a esta realidad. En el primero de los casos, sendos dictámenes fechados en febrero y septiembre de 2009 acaban concluyendo que la variación presupuestaria de la obra se estimaba en aquellas fechas en unos 210 millones de euros, casi un 60% por encima de los 351 millones por el que fueron adjudicados los dos ramales.
En los dos informes, el ente avala la petición de la entonces Consejería de Obras Públicas de modificar las condiciones del contrato suscrito con la concesionaria del suburbano. Con la maniobra, la Administración regional buscaba rebajar en lo posible los costes de una obra que ya empezaba a superar con creces las previsiones. Consecuencia de este cambio fue que la Junta decidió limitar a tres los tramos del suburbano a construir por los socios privados: toda la línea 2, entre el Martín Carpena y Héroe Sostoa; los tajos de la línea 1 Renfe-Juan XXIII y Juan XXIII-Doctor Domínguez, así como las instalaciones de talleres y cocheras, en la zona de los Asperones.
Sólo en esta parte del proyecto, el incremento de la inversión apuntado por Obras Públicas, según los datos de finales de 2009, ha sido de al menos 116,2 millones de euros, cuantía a la que sumar otras variaciones por otros 93,4 millones y que pueden tener su origen en la decisión, por ejemplo, de soterrar el tramo del ramal de Carretera de Cádiz entre Puerta Blanca y el Martín Carpena (ya ejecutado); prolongar el túnel desde la Plaza General Torrijos hasta La Malagueta (pendiente de la solución final que se adopte para terminar el trazado), y mejorar las instalaciones contraincendios tras la petición de Bomberos.
Con todo, según desvela Fomento en una respuesta parlamentaria, el cambio del contrato con Metro Málaga ha garantizado a los socios privados el desarrollo de obras valoradas en 499,2 millones hasta la fecha (casi 150 millones más de lo contratado), mientras que la Junta impulsa de forma directa otros dos tramos ya en carga (el paso en superficie por el campus de la Universidad y el que se extiende entre Renfe y el río Guadalmedina) por 103,9 millones de euros, a los que añade otros 42 millones del cierre del recorrido del Metro en superficie por el centro. Sin embargo, esta última cifra está pendiente de la decisión que se adopte respecto a cómo atravesar la Alameda y el Paseo del Parque. Si impera hacerlo a ras de calle, no supondría alteración en las previsiones; si finalmente se aplica el modelo defendido por el alcalde, Francisco de la Torre, de hacer un túnel desde el río Guadalmedina hasta la plaza de toros el montante podría ascender a los 200 millones más.
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