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Málaga

Los veterinarios alertan del intrusismo existente en su sector

  • Afirman que en la actualidad hay seis procedimientos sancionadores en curso en la provincia

El ejercicio de una profesión por una persona no cualificada ni autorizada es como se define el intrusismo. En este caso, el vocal dedicado a este tema del Colegio de Veterinarios de Málaga, José María Ramírez Cuevas destacó que actualmente hay en curso seis investigaciones con objetivo sancionador en la provincia que cuenta la colaboración del Seprona.

Asimismo, Ramírez explicó que el intrusismo es un hecho en el mundo veterinario desde hace ya bastantes años, y que éste pone en riesgo tanto la salud del animal como la de las personas, ya que muchas veces "se trata de zoonosis, enfermedades transmisibles del animal al humano que está en contacto con él". Y aquí destacó todo el elenco de irregularidades relacionadas con el tema estrella del intrusismo en el sector, la aplicación de vacunas, cuestión en el que también coincidió Jesús Gutiérrez Aragón, presidente de la Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios (Aemave). Así Gutiérrez comentó que siempre que se administra un medicamento a una mascota es necesario valorar previamente el estado inmunitario del animal, ya que se pueden provocar reacciones adversas que puedan provocar incluso la muerte si se realiza por personas sin el suficiente conocimiento y no se dispone de las instalaciones necesarias. Por otra parte, Ramírez resaltó: "El intrusismo en este tema existe desde siempre, el herrador de los caballos siempre se metía a pinchar, y ahora también lo hacen muchas tiendas de animales que, en muchas ocasiones, falsifican los sellos de las vacunas". En este tema, además, puso de ejemplo dos hechos ocurridos el año pasado en varios criaderos de perros de la Costa del Sol, que administraban estas vacunas sin tener la autorización pertinente tanto a sus animales como a otros.

Otro ejemplo que señaló el Colegio fue el del caso de la protectora Parque Animal de Torremolimos, contra quien el colegio se personó por, presuntamente, sacrificar animales, sobre todo perros, sin tener la titulación ni la colegiación pertinente.

En cuanto a cómo se realizan las indagaciones, señala que entre las dificultades de estas investigaciones está el hecho de que no es fácil demostrar que alguien ha administrado un tratamiento a posteriori, sobre todo, cuando este procedimiento se realiza por el cauce normal de detectives privados contratados por los veterinarios, pero que el procedimiento es mucho más sencillo cuando estas investigaciones son realizadas por el Seprona tras haberse denunciado los hechos. Aunque también hizo constar que los casos más fáciles de demostrar son los de las falsificaciones de firmas, recalcando que éstos se ha solido dar, en varias ocasiones, cuando algún propietario de una clínica no tiene la titulación requerida, aplica un tratamiento, y falsifica la firma de un subordinado que sí es veterinario y está colegiado.

Así, también incidió el vocal del Colegio de Veterinarios que el intrusismo está castigado por el artículo 403 del Código Penal y que esta profesión sólo puede ser ejercida por graduados o licenciados en veterinaria con un número de registro de colegiado.

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