Dos defensas polarizan estos días la actualidad de la enfermería. Uno porque da importantes pasos adelante, otro porque le está costando bastante reintegrarse al trabajo con los demás. Diego González es el de las noticias positivas, Miguel Torres el que no termina de avanzar al ritmo deseado.

Aunque cabe celebrar la situación del central gaditano. Ayer fue uno más en la segunda parte del entrenamiento de Míchel y se le vio ejercitarse como uno más, lo cual significa una maravillosa noticia habida cuenta de que estuvo a punto de operarse para corregir su condropatía rotuliana. Si sigue ese ritmo, próximamente podría disponer ya del alta médica para regresar a los terrenos de juego cuando el entrenador lo considere oportuno.

Por su parte, Miguel Torres está descartado para jugar contra el Villarreal. Ayer también se tuvo que quedar en el gimnasio por culpa de esa lesión muscular que sufrió antes de la visita al Camp Nou. No se arriesgará con él, menos aún habiendo un parón por compromisos internacionales la semana que viene. Así dispondrá de tiempo para fortalecer bien la zona y estar ya apto de cara al encuentro que se jugará contra el Deportivo en La Rosaleda.

Quien también queda pendiente de definir su panorama para el domingo es Javi Calleja. Sucede que hoy tienen un vital encuentro de Europa League contra el Slavia en Praga para dirimir las opciones de clasificaciones para la siguiente fase, y ahí debe poner toda la carne en el asador.