El administrador judicial del Málaga CF, señalado por la afición

En las últimas jornadas, se puede apreciar de forma muy clara y evidente que la animadversión hacia José María Muñoz se encuentra en una tendencia creciente en las gradas de La Rosaleda, puesto que ya los gritos no llegan solo procedentes de la grada de animación ―uno de los grupos más críticos con el administrador judicial dentro del malaguismo―, puesto que ya se pudo ver cómo preferencia se unía a los cánticos y también otros sectores importantes en número de La Rosaleda.

Por el camino transcurrido desde su llegada al Málaga CF, siempre ha habido varios motivos por los que se ha señalado al directivo desde la hinchada del club de Martiricos. Algunos nacen desde el desconocimiento de sus labores, otros por su faceta más presidencialista que fue muy notoria en otras etapas de la historia reciente de la entidad o por decisiones tomadas referentes a temas deportivos o extradeportivos que no fueron apoyadas desde la afición.

Sin embargo, algo bastante llamativo es que la venta de Roberto, todo lo relacionado con el Caso Horta e incluso otro tipo de informaciones que apuntaban a Muñoz como culpable de algunos de los males del cuadro blanquiazul no fueron los grandes detonantes de este creciente descontento. El motivo de esta crecimiento de cánticos en contra suya coincide en tiempo e incluso en forma con la presencia de dicho trabajador de los estamentos judiciales encargado de las cuentas de los de Martiricos en La Cartuja para presenciar la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el FC Barcelona. Como consecuencia, se ha podido oír en reiteradas ocasiones "Que bote el madridista" y muchas cosas similares. Muy paradójico para no ser un empleado contratado por el club y ser un enviado por el Estado que podría estar en este caso o en el de cualquier otra empresa intervenida.

Más allá de cuestiones de colores, la animadversión hacia el Administrador Judicial ya venía en una dinámica creciente desde hace bastante tiempo, aunque esté alcanzando su mayor pico desde que se comenzó con este nuevo proyecto, puesto que dio un paso a un lado para que gran parte de la que había sido su responsabilidad recayese en dos hombres de fútbol, como es el caso de Kike Pérez y Loren Juarros. A pesar de que parece que todo el embrollo judicial ya va encaminándose a finalizar en el futuro próximo, el caldo de cultivo es bastante preocupante, puesto que significa la apertura de nuevas griestas entre la afición ―o varios sectores de ella― con la actual directiva después de que el regreso al fútbol profesional pareciese haber calmado las aguas. No solo por lo deportivo, sino también por los cambios ya mencionados tanto en la gestión como en la representación del Málaga CF en los actos.

No obstante, en el mundo del fútbol, los resultados deportivos son lo que lo rige todo. En el caso de que el cuadro entrenado por Sergio Pellicer consiga asegurar la permanencia en Elda, será muy interesante evaluar si esta ruptura cesa o si, por lo contrario, se prosigue en la misma tónica de las últimas semanas, en las que la preocupación y el miedo por la cercanía con el ascensto también ha ayudado a crispar todavía más el ambiente.

Sin embargo, pase lo que pase. Todo está destinado a una época de calma, puesto que, con el final de la campaña actual, dentro de un mes habrá un descanso largo hasta el regreso de las competiciones y, como consecuencia, de los partidos en La Rosaleda.