La inesperada aparición de Rafa Rodríguez
El canterano dejó en Ipúrua un gran gol y una actuación muy seria como su carta de presentación
Un futuro por decidir

23 meses después de su debut en el fútbol profesional, Rafa Rodríguez sorprendió a todos sobre el terreno de juego en su mejor encuentro en LaLiga Hypermotion después de casi dos temporadas completas como uno de los pilares fundamentales del Atlético Malagueño. Sin embargo, esta aparición con el primer equipo no fue en vano, sino que sirvió para romper la racha de derrotas en la competición doméstica, que finalizó con un empate en Ipurua, que, nuevamente, no fue una victoria por otro fallo defensivo.
Su ingreso al césped fue una de las grandes noticias para los blanquiazules, porque demostró que, a pesar de su juventud y no tener un gran bagaje bajo las órdenes de Sergio Pellicer en el balompié profesional, pues tenía la capacidad necesaria para darle al centro del campo de la entidad de la Costa del Sol todo lo que necesitaba. Se mostró como un perfil ‘box to box’ en muchos aspectos, pero con un gran control del ritmo y de los tiempos a la hora de ejecutar y usando muy bien su cuerpo para tratar de conseguir ventajas sobre sus adversarios.
Sin embargo, esta segunda aparición del curso no ha sido un regalo caído del cielo al canterano, puesto que lleva años de trabajo en silencio bajo la premisa de cumplir su sueño de ser futbolista profesional. En la temporada 2022/23, además de debutar en la última jornada con el equipo ya descendido ante la UD Ibiza, pues también comenzó la pretemporada con el primer equipo, pero Rafa tiene una cierta tendencia por su genética a poder coger algo de peso y eso siempre le ha venido penalizando en los últimos años de cara a ganarse la confianza de los distintos entrenadores y la posibilidad de echar la puerta abajo.
Un gran cambio significativo en su juego fue el cambio de imagen ofrecido en tan solo un año. En la eliminatoria de la pasada temporada ante el filial de la UD Almería por el ascenso a la cuarta categoría del balompié profesional, se pudo ver al jugador con gestos claros de fatiga y con sobrecarga en ciertos músculos de las piernas tras una hora de juego, pero Rafa ha cambiado su físico para poder tomar una mayor importancia y poder hacer esfuerzos del nivel del mostrado en la más de media hora de juego ante la SD Eibar con los cambios de ritmo y división pertinentes.
Las categorías inferiores del Málaga CF no es su primera experiencia en la cantera de un gran club, puesto que él llega a la Costa del Sol en edad cadete después de haber estado varios años defendiendo los colores del Real Betis, equipo de su Sevilla natal. Tras esto, fue subiendo niveles en las filas del cuadro blanquiazul y del CD San Félix, cuando este tenía un acuerdo para formar parte de la estructura del club de la capital y no al Juventud de Torremolinos como en la actualidad. Actualmente, está viviendo su tercer año como jugador del Atlético Malagueño y todavía existe la posibilidad por su edad de seguir un año más como sub 23, a pesar de que este no sea el deseo del jugador, que quiere asentarse ya en la plantilla del primer equipo, al igual que varios de los que han sido sus compañeros en el filial y ya han podido dar el paso definitivo.
Es uno de esos jugadores que se nota más su ausencia que su presencia, puesto que es muy versátil en el centro del campo, pero su trabajo no tiende a lucir tanto como en el duelo liguero ante la SD Eibar, sino que suele ser un trabajador silencioso. Buena prueba de ello es que una de sus mayores virtudes es la salida de balón, que suele ser tarea de Manu Molina en el conjunto blanquiazul, aunque ya le pudimos ver hacer gala de uno de sus puntos fuertes y a buen nivel. Podría definirse como un centrocampista con proyección ofensiva a diferencia de otros jugadores que pueden ser más mediocentros ofenisvos, ya que tiende a tener trabajo cerca de las dos áreas como jugador ‘box to box’.
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