Málaga CF-Burgos: Un final marca de la casa (2-2)

Volaba David Larrubia en el 90’ como si fuese el primer minuto del primer partido. Pero era el último del último. A lomos del malagueño y otros jóvenes como Rafa Rodríguez y Chupete, el Málaga se autorrescató tras un partido nefasto que resume lo que es y lo que ha sido esta temporada.

Mostró sus peores carencias por momentos, evidenció todo lo que le falta y toca arreglar desde los despachos. Pero está claro que si algo define a este Málaga es que lo tienes que matar y rematar. Como el protagonista de un slasher ochentero, siempre vuelve.

A los ocho minutos escasos ya estaba por delante el Burgos. De un intento de autopase de Puga en el extremo a un contragolpe letal en el que Edu Espiau aprovechó bien la distancia que había entre los centrales y la portería, ganando posteriormente el duelo a Pastor.

0-1 y luego 20 minutos de la nada más absoluta por parte del Málaga hasta que Edu Espiau volvió a ganarle la partida a Pastor. El delantero, solo ante Carlos López, la mandó fuera.

En el primer minuto y en la pausa de hidratación el público se acordó del administrador judicial, sobre todo en el arranque, donde fue colectivo. Luego, en la grada de animación daban más juego flotadores y colchonetas de playa que el equipo sobre el verde.

Les sacó de la pereza un recorte hábil de Larrubia que brindó el balón a Dioni. El delantero malagueño buscó el ángulo, pero le habían reducido bien el margen de maniobra. La más clara llegaría rondndo el descanso. Dioni recuperó en zona peligrosa y se la cedió a Chupete, que a la media vuelta no logró su objetivo.

La Rosaleda despidió la equipo con pitos, el ambiente se notaba con un toque hostil hacia los suyos. Empieza Málaga a pedir cuentas, un aviso de que no se conformará con cualquier cosa el curso que viene.

Pudo aumentar la ventaja Córdoba y luego empatar Larrubia en un intercambio de disparos en una segunda mitad en la que no estaba ocurriendo gran cosa. Pellicer decidió retirar al mismo tiempo a Dioni y Manu Molina. Ambos ovacionados y escuchando corear sus nombres. Un mensaje claro.

El Burgos estiró su ventaja con un tanto de Niño a centro de Córdoba. La tocó Carlos López, que instantes antes había sacado con mérito un córner envenenado. El debutante evitó el 0-3 de Pipa poco después y otra más clara aún de David a los 73 minutos.

Anduvo cerca de recortar el Málaga con una contra de Chupete y Larrubia que abortaron por partida doble Cantero y Arroyo.

A este Málaga, ni sobre la bocina se le puede dar por muerto. Rafa entró por un cansado Izan y cambió el aire. Primero con un tiro cruzado tras cesión de Larrubia. Luego un tiro mordido de Chupete acabó en los pies de Lobete para el 2-2. El sevillano tuvo el tercero en otro tiro similar, pero se fue ligeramente desviado.

Acabó el Málaga acosando al Burgos hasta que el colegiado decretó el final, con un posible penalti que reclamó Cordero y alguna ocasión desesperada más.