Málaga CF-UD Almería: El Málaga que pedías (2-1)
Funes sigue invicto en LaLiga Hypermotion y cierra 2025 con el equipo de pico alto, yendo sin complejos a por el partido
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¿No es éste el Málaga CF que pedías? El que siempre va hacia delante, osado. El que no se arruga, el que no sujeta atrás un 1-0 sino que va a por el segundo cueste lo que cueste. ¿No era esa la idea? ¿No decías que preferías morir buscando el partido que atesorar un empate pertrechado atrás? Pues aquí lo tienes, subido en la ola desde que lo dirige Juanfran Funes, al que le han llovido palos desde que Loren Juarros decidió que promocionara. 11 de 15 y hasta luego 2025. Ya veremos 2026.
Pudo salir mal o regular, porque encima delante tenías a un Almería que tiene un arsenal poderoso. Pero es que además lo has hecho con identidad, con esfuerzo y sufrimiento, a la heroica y con niños de la casa picando como avispas, volviéndose hombres a pasos agigantados. Va por Chuzo. Como chuzos afilados fueron los canteranos. Y cayeron chuzos de punta. Lloró el cielo de pena primero y de alegría después.
Funes está buscando asentar el once y la idea. De momento, las rotaciones están siendo en la punta Esta vez le tocó a Chupete tener los minutos desde el inicio y bien que los aprovechó. El otro cambio con respecto a su alineación fue Recio por lesión, dejando el sitio de Diego Murillo.
No es el Almería un rival cualquiera. Los rojiblancos no tardaron demasiados minutos en demostrar que son un equipo dotado de gran calidad técnica, que piensa rápido y ejecuta casi siempre bien. Con alguna laguna atrás, seguramente, y que permitió al Málaga marcharse con ventaja al descanso.
Comenzaron con brío los malaguistas, atacando por el flanco izquierdo a lomos de un incisivo Joaquín Muñoz y un Víctor García que supo acompañarle. Tanto el extremo como Dani Lorenzo probaron a Andrés Fernández. Pero lo cierto es que las mejores opciones fueron de los rojiblancos.
Ha desempolvado la capa Alfonso Herrero. Le hizo sendos paradones a Arribas, un futbolista superior al que Segunda le queda muy pequeña. Volvió a aparecer el toledano en un córner salvado de manera milagrosa. Primero Álex Muñoz cabeceó al poste. El cuero cayó en boca de gol a los pies de Gui, cuyo desastroso control fue aprovechado por el capitán y la zaga para eliminar el sospechoso rastro de un gol cantado.
En el fútbol hay cuestiones a los que algunos dan la categoría de ley y otros lo enmarcan entre los tópicos, pero desde luego el Almería fue castigado por perdonar. Emergió David Larrubia, al que siempre se le exigen números -él es el primero que lo hace- y que sin embargo es capaz de desequilibrar un partido sin ser el último en aparecer en la foto.
El ‘10’ repescó un balón, dejó atrás a Embarba y a Muñoz y luego entendió y ejecutó con tino el movimiento de Chupete. El nueve se ocupó del resto tras birlar la cartera a Aridane y sirvió en bandeja un balón para que Dani Lorenzo diese el pase a la red. Otra vez, los niños de la casa formando el taco.
Rubi vio lo mismo que todo el mundo. Primero que Aridane era un amigo -se entiende que estén estudiando la opción de ir a por un central en enero- y que Álex Muñoz con amarilla tenía muchas papeletas de que Larrubia le invitara a ver la segunda. Desplazó piezas y el partido entró en un cierto caos de idas y vueltas.
Se libró en un par de ocasiones el Málaga, por los pelos y por mantener la tensión hasta el final. En la que rechazó Murillo a tiro de Arribas o en la que Herrero detuvo a Lopy con suspense. También gozó de las suyas el cuadro blanquiazul, al que le faltó un puntito de eficacia.
Y llegó la acción que lo cambió todo. En una de esas llegadas un disparo impactó en la mano de Víctor García. Arribas, que estaba siendo el mejor de los visitantes, firmó el 1-1 desde los once metros.
Con las fuerzas flaqueando en ambos conjuntos, el Málaga pudo levantarlo con un disparo de Larrubia que rechazó Andrés como pudo. Ahí Funes dijo que iba a por el partido metiendo a Ochoa y Niño por Izan y Joaquín. Poco antes, Rafa por Dotor. El mensaje no dejó a dudas y por poco no tuvo efecto inmediato.
Sólo hubo que esperar un poco más. Ochoa lanzó una contra con Niño y Chupete ejecutó para locura de La Rosaleda. Y pudo reventar pero el árbitro no vio un penalti a Lobete... Y en el último suspiro lo abrochó Alfonso Herrero con un paradón, con la mano abajo para revertir la tendencia de los añadidos de manera definitiva. 26 puntos para una feliz navidad.
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