UD Las Palmas-Málaga CF: ¡Invente, Rafa, invente! (0-1)

El Málaga CF tumbó a Las Palmas con un golazo de Rafa Rodríguez, que tiene las musas a flor de piel. De una preciosa chilena a un disparo lejano y letal. Valen lo mismo en puntos y puede que hasta más en el plano emocional. Fue una semana dura para el vestuario por la lesión de Álex Pastor cuando todavía se estaba digiriendo la de Luismi. Un golpe al plan del club y del entrenador. Hicieron los blanquiazules de tripas corazón para asaltar Gran Canaria gracias al tanto del sevillano y también por un tremendo meritazo colectivo.

Mientras se espera el último arreón en un mercado de fichajes que está a poco más de 24 horas de cerrar, los jugadores blanquiazules dieron una lección de dignidad, mostrando nuevamente ese espíritu irreductible que le viene caracterizando. Porque al contrario que otros, es en las malas donde jamás se esconden. Además, sin renunciar a su idea, a su plan, pese a los minutos en los que Las Palmas se puso flamenco.

Pellicer no se casa con nadie, no cabe duda. Su once fue una declaración de intenciones. Más allá de la previsible titularidad de Juanpe, abrió paso a los chicos de la casa. Diego Murillo en el centro de la zaga por Álex Pastor, Rafa Rodríguez en el centro del campo y Chupete como delantero.

Y salió ese once con el ímpetu habitual, pero no tardaron los amarillos en marcar territorio. Se adueñaron del balón, sacaron dos tarjetas exprés a Murillo y Víctor y anduvieron cerca de mojar en un acróbatico remate de Ale García al larguero y un disparo a bocajarro de Marvin que Alfonso Herrero envió a córner por puros reflejos.

Probó el Málaga a castigar la espalda de Las Palmas, que replicó con sendas ocasiones repelidas por Montero y Murillo. Seguía el juego cuando un aviso provocó que Eder Mallo detuviese el encuentro para revisar una mano de Víctor. Después de más de cinco minutos, se terminó decretando fuera de juego. El VAR. El VAR.

Se equilibraron las fuerzas un poco a partir de ahí, con cierta superioridad canaria, mas con el Málaga enseñando la patita, a lo suyo. El colegiado tuvo que añadir lógicamente mucho tiempo a la primera mitad. Siete minutos, pero al conjunto malagueño le sobraron seis.

Intentaba montar una contra el Málaga, Juanpe leía bien la carrera de Joaquín, pero cuando le iba a filtrar el pase se cruzó Rafa Rodríguez, que levantó la cabeza y se inventó un misil tierra-aire para silenciar el estadio Gran Canaria. El centrocampista, que acostumbraba a jugar algo más atrás en el filial, tiene ahora mismo patente de corso para hacer lo que le venga en gana. Que invente lo que quiera.

A la vuelta de vestuarios ya no estaba Víctor y sí Dani Sánchez. El Málaga había sufrido mucho con las subidas de Marvin y Pellicer quería frenar la sangría. Se replegó bien el equipo malagueño ante los amarillos, que apretaron pero sólo intimidaron con algunos disparos de Manu Fuster frustrados por Alfonso Herrero.

La ocasión más clara, no obstante, fue de Joaquín Muñoz, que logró un mano a mano ante Horkas, que vio pasar el balón entre sus piernas y suspiró cuando salió fuera por poco.

Con las energías justas, ambos técnicos siguieron refrescando las alineaciones, pero no cambiaron las tendencias. El reloj jugaba a favor del cuadro malagueño. Y cuando más dinamita puso Luis García, Pellicer jugó la carta de Einar y pasó a línea de tres centrales.

Aguantó y aguantó el Málaga, que hasta disfrutó de algunas opciones al contragolpe para matar el partido, pero no tomaron buenas decisiones los atacantes más frescos que tenía entonces Pellicer en el campo.

Siete puntazos en tres partidos con todo en contra, pero sumando a la causa a nuevos elementos y haciendo que se sientan importante chicos de la casa. Ahora le toca al inspirado Rafa. Y habrá fechas para otros, no cabe duda.