Weligton: "Málaga y su afición se merecen mucho más"

El legendario capitán atiende a 'Málaga Hoy' tras ascender con el Clube do Remo a la máxima categoría de Brasil como técnico asistente

Logró un ascenso histórico

Weligton, en una visita reciente a Málaga
Weligton, en una visita reciente a Málaga / Javier Albiñana

Weligton Robson Pena de Oliveira es leyenda viva del Málaga CF. Se está formando como técnico en Brasil, donde acaba de saborear las mieles del ascenso a la máxima categoría con el Clube do Remo. El brasileño, uno de los capitanes históricos, atendió a Málaga Hoy, donde contó cómo le va por su país, su progresión como entrenador y también cómo ve al conjunto blanquiazul, con quien cree que tiene una deuda que algún día saldará.

Pregunta.-Enhorabuena por el ascenso. ¿Cómo ha vivido estos últimos días? Eran más de 30 años para Clube do Remo sin estar en el Brasileirao.

Respuesta.-Fueron días muy intensos. Llegamos al club con el deber de mantenerlo en la categoría, pero las cosas fueron encajando y los resultados llegando. En seis partidos, lo habíamos ganado todos. Eso hizo con que entrásemos en la pelea para el ascenso.

P.-Su mentor es Guto Ferreira. Un entrenador que es el rey de los ascensos en Brasil.

R.-Guto Ferreira tiene una carrera brillante en el fútbol brasileño, tuve la fortuna de ser entrenado por él en Portugal, en mi primer año allí. Lo echaron antes de terminar la competición. Estábamos a un punto del tercero, que ascendía. Llegó otro entrenador y logramos el ascenso. Si no llega a pasar, tendría también en su currículo un ascenso en Portugal.

P.-¿Cuál ha sido su papel en el cuerpo técnico?

R.-Desde que llegué a su staff, mi principal función ha sido organizar toda la parte defensiva del equipo. Somos tres colaboradores. Me quedo con la parte defensiva. André Luis, con todo que se refiere a balón parado, tanto ofensivo como defensivo. Juliano se ocupa de la parte ofensiva. Es un modelo que ya se utiliza y que el míster lo adoptó y le está dando frutos. Así él se queda con menos tareas y tiene más tiempo para cuidar de todo con más ojo y cariño.

P.-¿Van a seguir en Clube do Remo? ¿Cuáles son los planes de Weligton?

R.-Es algo que aún no lo sabemos. Ahora estamos en casa disfrutando de la familia, que es la que más sufre con todo esto, ellos son piezas fundamentales en todo. Ahora les toca al míster y a su representante elegir la mejor opción.

P.-Lleva ya varios años formándose para ser entrenador. ¿En qué momento está? ¿Qué cree que le falta para estar preparado?

R.-Es verdad que desde me retiré llevo año tras año buscando conocimientos y adquiriendo experiencias. Cada club, cada competición, tiene sus particularidades, eso me hace cada día estudiar más y conocerlo todo a fondo. Es muy sacrificado ser entrenador, pero al mismo tiempo es placentero cuando ves que todo aquello que has pensado y planeado se refleja dentro de las cuatro líneas. En mi vida todo fue a base de trabajo y sacrificio. Nadie me regaló nada, y eso me hace cada día más fuerte para afrontar los desafíos. Puedo tener más o menos conocimiento, pero estoy siempre listo para que cuando llegue mi momento, pueda entregar mi mejor versión.

P.-¿El objetivo es dar el salto a Europa tarde o temprano?

R.-Mi objetivo está más claro que nunca, que es entrenar al club que me proyectó como futbolista, el vínculo que yo tengo con la afición es para toda la vida. Ahora es cierto que eso no está solamente en mis manos, por lo tanto sigo mi vida y puede ser que el destino tenga otro camino preparado para mí en otro club.

P.-Como futbolista fue un jugador trabajador y muy constante. En el Málaga llegó en silencio y acabó siendo un mito de Champions.

R.-En este mundo aprendí y sigo aprendiendo muchas cosas, pero lo principal es que es el campo el que habla. ¿Eso qué significa? Que la boca habla lo que quiere, pero lo más justo y verdadero es lo que dice el campo. Año tras año tuve que demostrar mi valía y eso me fue desafiando todos los veranos, siempre con los rumores de nuevos fichajes y de una supuesta marcha mía del club. Eso me hacía mal en los primeros momentos, pero luego yo utilizaba eso como combustible para llenarme de energía y afrontar un nuevo desafío, que fueron los mejores años de mi vida. Pude disfrutar y crecer de la mano del club.

P.-Siempre le traían competencia, pero al final Weligton siempre jugaba.

R.-Son desafíos que la vida te propone y te toca a ti decidir si afrontarlo o no. Unos echan la culpa a otros, algunos se marchan, porque es lo más fácil. Otros, los afrontan.

P.-Sé que sigue siempre la actualidad del Málaga, ¿cómo está viendo al equipo este año?

R.-Siempre que puedo. El club está pasando por un momento delicado fuera de las cuatro líneas, lleva demasiado tiempo así y eso se refleja dentro de campo. La ciudad y la afición merecen mucho más. Ahora es cierto que los jugadores y los trabajadores lo hacen lo mejor que pueden, quieren siempre entregar todo, porque saben cuánto es de importante para una afición tan apasionada.

P.-Conoce a Pellicer, ambos trabajaron juntos, ¿le ha sorprendido que le destituyan?

R.-Conozco perfectamente a Pellicer, y puedo decir con todas las letras que ha sido uno de los mejores que ha pasado por ahí. Supo sacar oro de donde no había. Su destitución fue algo que suele pasar, con el desgaste y con los últimos resultados, el club tenía que tomar una decisión. Pero eso no quita el gran señor que ha sido y la elegancia en cómo manejó su salida. Estoy seguro de que, vaya donde vaya, la gente estaré siempre agradecida.

P.-Weligton siempre ha dicho que sueña con volver algún día al Málaga.

R.-Si ve mi despedida de allí, lo dejo bien claro: Mi deseo es volver, tengo una deuda pendiente con este club y espero un día pagarla.

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