La Navidad tendrá su museo de Belenes desde final de año en Mollina, donde un edificio de 5.000 metros cuadrados acogerá más de 60 belenes con mil figuras de diferentes épocas y artistas, según desvelaron ayer sus promotores Antonio Díaz y Ana Caballero.

El museo constará de ocho salas en las que se expondrán piezas únicas elaboradas por los artistas más relevantes del mundo del belenismo, tanto nacionales como internacionales, donde podrán verse todo tipo de estampas que representan lugares tan emblemáticos del patrimonio nacional como el Patio de los Leones de Granada o la Catedral de Burgos.

El edificio que albergará los belenes mezcla la arquitectura moderna con pinceladas más tradicionales, y constituirá uno de los espacios museísticos más grandes de Europa, según ha destacado su responsable Antonio Bernal.

Uno de los objetivos de la Fundación Díaz Caballero es hacer que su museo esté vivo, por lo que Bernal ha asegurado que "cada año se irá renovando una parte de los belenes expuestos, con la finalidad de sorprender a los visitantes" y mantener el atractivo.

La colección estará abierta a todos los públicos y los visitantes podrán disfrutar también de una exposición de artes y costumbres con aperos del campo, dos almazaras y una casa popular andaluza, ubicada en el patio del museo.

La creación de esta galería ha sido posible gracias a la labor desarrollada por la Fundación Díaz Caballero con el propósito de mantener la tradición del belenismo, así como disponer de un enclave para su exposición y conservación.

Por su parte, el alcalde de Mollina, Eugenio Sevillano, dijo que este espacio será "un revulsivo en el sector turístico y cultural de Andalucía" y marcará un antes y después en toda la Comarca de Antequera, ya que servirá de puente para atraer a miles de turistas a los lugares más visitados de toda la provincia como El Caminito del Rey en la zona de Ardales, el Torcal o los Dólmenes en Antequera.

Por el momento, el museo aparece ya como un elemento de interés de un municipio que es conocido fundamentalmente por su tradición vitivinícola y por albergar el Centro Iberoamericano de la Juventud (Ceulaj).