Un hombre de 42 años ha sido detenido en el municipio de Marbella después de que su hija, una menor de once meses, ingresara en el hospital, en estado crítico, tras ingerir supuestamente cannabis que era de su propiedad. La madre de la menor también ha sido arrestada por su presunta implicación.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles cuando los padres llevaron a la pequeña al servicio de urgencias, pues presentaba un cuadro de cianosis -se trata de la coloración azulada de la piel debida a una oxigenación insuficiente de la sangre-, según la pediatra que atendió a la menor. Una afección que se debía supuestamente a la ingesta de cannabis.

De esta manera, los servicios médicos requirieron la presencia de la Policía Nacional debido a la intoxicación de la bebé por una sustancia estupefaciente. A su llegada, los agentes detuvieron al padre de la pequeña como presunto autor de un delito de abandono del menor y a la madre por su supuesta implicación en los hechos. 

La pequeña quedó ingresada en el servicio de observación, donde aún permanece, pero ya se encuentra consciente y a la espera de recibir el alta. De los hechos conoce el Juzgado de Instrucción de Guardia de Detenidos Número Dos de Marbella.

Otro caso caso de un bebé intoxicado por cocaína

El pasado agosto, un bebé de diez meses también permaneció ingresado en el Hospital Materno Infantil de Málaga durante tres días por supuestamente ingerir cocaína. Al parecer, la madre del menor lo llevó a Urgencias, pues el pequeño tenía las pupilas dilatadas y se encontraba adormilado, y explicó a los sanitarios que se encontraban en el domicilio de una vecina que vendía ropa cuando el pequeño cogió "algo del suelo" y se lo llevó a la boca.

Los resultados de los análisis toxicológicos de sangre y orina practicados al bebé dieron positivo en cocaína y los profesionales médicos decidieron que el menor permaneciese unos días ingresado en el centro sanitario. Pese a que la progenitora prefería que el pequeño terminase de recuperarse en su domicilio, los especialistas consideraron que lo más oportuno era prolongar el ingreso y que el bebé continuase bajo vigilancia médica a la espera de su evolución, además de comunicar el caso a los asistentes sociales.