Los distintos sectores de la actividad económica que componen la industria turística de Marbella prevén recuperar este verano las cifras prepandémicas del año 2019, y destacan el regreso de los mercados internacionales como los principales actores de los viajes.

Así, pese a que sigue sobrevolando la incertidumbre generada a causa de la pandemia de coronavirus y un posible repunte de los contagios a lo largo de los próximos meses, las empresas vinculadas al turismo han arrancado la temporada alta con números positivos y la recepción de turistas como un balón de oxígeno tras dos años de parón de la actividad.

El sector hotelero registra en el inicio de la temporada turística unos niveles similares al año 2019, que es tomado como referencia, alcanzando en el mes de mayo una ocupación del 76,92% en los hoteles de Marbella, según ha destacado el presidente de la Asociación de empresarios hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Luque.

La ciudad costasoleña se convierte así en uno de los destinos más demandados de la comarca durante el mes de mayo, una tendencia que apunta a repartirse en el mes de agosto. Aún así, el colectivo señala que las previsiones actuales para el verano “distan de las alcanzadas de 2019”, aunque confía en obtener unos resultados similares.

El sector de los guías turísticos también muestra optimista ante la recuperación y prevé redoblar la demanda de excursiones en la ciudad de Marbella “en un 50%” frente a 2021 y “del 100% respecto al año 2020, y con ello poder alcanzar las cifras del año 2019 ya que “la recuperación del turismo existe”, según ha declarado el presidente de la Asociación profesional de guías turísticos oficiales e intérpretes del patrimonio histórico artístico andaluz (APIT), Sergio Garrido.

La pandemia ha afectado a este segmento de la industria turística, en el que el 20% de las personas que se dedicaban a esta actividad en la localidad “ha cambiado de sector”, principalmente “los jóvenes que no estaban maduros”.

Garrido ha puesto de relieve el “incremento de turistas” que se ha experimentado en el municipio desde el mes de abril, resaltando que “el turismo de lujo vuelve a Marbella” y regresan los visitantes procedentes de destinos como “América, Canadá u Oriente Medio”.

De este modo, se ha mostrado optimista de cara a las previsiones estivales, pese a que en la actualidad se registra “un descenso de las prereservas en las excursiones” de visitantes nacionales, debido a que éstos suelen realizar sus compras a última hora, mientras que el foráneo las hace “con antelación”.

Por otro lado, ha puesto de relieve que se mantiene la demanda por los destinos clásicos como “Ronda, Granada, Sevilla o Córdoba” para la contratación de los guías -que suelen realizarse a través de las agencias de viajes-, incluso en la etapa postpandémica, en la que “se incentiva a los turistas y se les ofrece cultura”.

El sector prevé por lo tanto, que los resultados del verano serán positivos, y que esperan mejorar en los meses de septiembre y octubre a causa del descenso de las temperaturas “si termina la guerra en Ucrania”, ya que en los meses de julio y agosto los visitantes optan más por disfrutar del sol y la playa, ha especificado.

El sector de la restauración es otro de los pilares de la economía de la ciudad de Marbella, con una amplia oferta gastronómica que cada vez más supone un reclamo para los visitantes que acuden a la localidad. El representante de la Asociación de Hosteleros de Málaga (MAHOS) en Marbella, Luis Quiroga, ha resaltado la importancia de la gastronomía en la oferta turística del destino.

Así, el arranque de la temporada alta en el sector hostelero de la ciudad ha sido positivo, con una Semana Santa y unos meses de mayo y abril que están siendo “buenísimos”, una valoración que ha trasladado igualmente para las previsiones del verano. Según ha señalado, las reservas están funcionando “muy bien”, por lo que de cara a los meses álgidos del período estival se espera “como mínimo igualar al 2019 para este verano, e incluso que sea mejor”, ha apuntillado el empresario.

Respecto al tipo de turista que está apostando por visitar la ciudad, ha apuntado que hay “mucho extranjero”, asegurando que “antes eran los ingleses y los alemanes, pero ahora hay más nacionalidades”. En este sentido, destaca la presencia de visitantes “escandinavos, muchos franceses, belgas, ingleses y alemanes”. Además, el hostelero ha señalado que se está recuperando al turista británico venido a menos durante los años de pandemia de Covid-19, matizando que “nunca falló y simplemente no podía venir”.

Quiroga ha indicado que la gente ha perdido el miedo a viajar, así como que este verano habrá en la ciudad “un alto porcentaje de turistas extranjeros, como siempre ha sido Marbella”. El reclamo de estos visitantes en torno a la mesa sigue siendo “la cocina española, el espeto de sardinas o el pescado frito”.

La restauración en primera línea de playa continúa siendo uno de los principales atractivos de las costas malagueñas para los turistas y el público local, unos establecimientos que están registrando “un año a la altura del 2019, sobre todo los fines de semana y los puentes”, según ha declarado el presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga (Aeplayas), Manuel Villafaina.

El hostelero ha asegurado que el comienzo de la temporada turística está siendo bueno, “el tiempo en las playas está bien” y “hay bastante turismo”, principalmente “holandeses, alemanes y muchos ingleses”, recuperándose estos últimos “en un 30%”. También “están subiendo los noruegos, los italianos y los belgas”, ha agregado el representante de los chiringuiteros.  

El verano se presenta así con unas “perspectivas muy buenas” en Marbella y en el resto de la provincia para el sector y se espera una temporada “excelente”, ha remarcado el empresario, quien ha resaltado “las ganas de salir y convivir en las playas y al aire libre” del público, que en la ciudad se caracteriza por tener “un poder adquisitivo alto”.

Por otra parte, ha apuntado a los obstáculos existentes como la subida del coste de los suministros, que repercutirá en un incremento de “los precios”, la dificultad de encontrar personal o la afectación de la guerra de Ucrania.