Un año para analizar por qué la Costa del Sol es un atasco y la alternativa
El Gobierno destina 834.743,31 euros para un estudio que buscará alternativas en la autovía y sus conexiones con la autopista tras años de colapso
Dos accidentes en la A-7 provocan más de 10 kilómetros de atascos en Benalmádena, Fuengirola y Mijas

Un año para analizar por qué la Costa del Sol soporta cada día atascos kilométricos y encontrar soluciones. Bajo ese plazo y esa premisa, el Gobierno central ha adjudicado un estudio previo de alternativas de mejora en la autovía del Mediterráneo A-7 y en las conexiones de esta vía con la autopista de la Costa del Sol AP-7 entre Torremolinos (Málaga) y Torreguadiaro, una pedanía de San Roque (Cádiz), destinando una inversión de 834.743,31 euros.
El documento verá la luz dentro de 12 meses para tratar de dar una solución a los históricos problemas de movilidad que sufre la Costa del Sol, ya permanentes por el incremento poblacional de las últimas décadas y por el agotamiento de las infrestructuras actuales, con una A-7 saturada de vehículos y en la que los atascos se producen de manera diaria y que en el verano atrapan a miles de conductores.
La situación ha provocado que distintos colectivos empresariales, vecinos y administraciones públicas exijan soluciones a corto, medio y largo plazo en la comarca malagueña, más allá de las alternativas que se plantean de conexión ferroviaria para los próximas años, como el reclamado tren litoral. Según los datos facilitados por el Ministerio de Transportes en diciembre de 2024, la A-7 soporta a diario una elevada intensidad de tráfico, superando el tramo comprendido entre Fuengirola y Alcántara los 65.000 vehículos de media en 2019, llegando incluso a alcanzar los 93.945 en la estación de aforo cercana a San Pedro de Alcántara. En 2022, la zona occidental de la A-7 registró “algo más de 110.000 vehículos diarios”, según indicó entonces la Subdelegación del Gobierno en Málaga.
Ante esta situación, la Dirección General de Carreteras del Estado ha adjudicado la redacción del estudio previo a la empresa WSP Spain- Apia S.A.U., según el anuncio publicado este martes en la Plataforma de Contratación del Sector Público, tras iniciarse el proceso de licitación en diciembre del pasado año con un presupuesto base de 1.081.364,90 euros.
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, explicó este martes que el objeto del estudio es “analizar distintas alternativas para reforzar la conexión viaria, la fluidez y la seguridad en la zona, donde la A-7 del Mediterráneo tiene una gran presión de tráfico”. El estudio previo consiste en la definición y comparación de diferentes alternativas de mejora de las carreteras estatales situadas en la zona más occidental de la provincia, entre Torremolinos y Torreguadiaro en una longitud aproximada de 100 kilómetros, con el fin de solventar los problemas de tráfico que se registran.
Para ello, en el pliego de prescripciones técnicas se apunta a estudiar medidas como la ampliación de la capacidad o la mejora de la autovía A-7, al objeto de mejorar la seguridad vial y reducir la congestión; ejecutar variantes en zonas de alta densidad de población, nuevas conexiones entre A-7 y AP-7, la mejora de las existentes o potenciar el uso de la Autopista.
Estudio en dos fases
El estudio deberá desarrollarse en dos fases, con un plazo de 12 meses para su redacción. La primera de ellas tendrá una duración de 5 meses y comprende un “diagnóstico” de la situación actual del área”, con el fin de proponer las posibles actuaciones y valorar la capacidad de acogida del territorio, según el pliego.
El análisis se centrará en la recopilación de datos básicos para conocer el estado actual de la A-7 y la AP-7 relativos a aspectos como “la geometría, el tráfico, los incumplimientos de la norma actual de trazado o la accidentalidad”. Asimismo, se estudiará caracterizar desde “el punto de vista físico, urbanístico y ambiental el territorio donde se planteen las distintas alternativas, para determinar la capacidad de acogida de una nueva infraestructura o de la ampliación de la existente”. También incluye conocer las iniciativas y planes de otras administraciones con competencias en el ámbito del estudio, con el objeto de poder actuar coordinadamente.
La segunda fase prevé el diseño de “las posibles alternativas de actuación y cuantificar los costes de construcción, incluyendo expropiaciones y posterior conservación y explotación de cada alternativa”. El objetivo es el desarrollo de las alternativas de actuación con mayor precisión, de manera que se puedan determinar sus efectos y costes para definir la más favorable.
En esta fase se deberá realizar además un estudio de tráfico de la situación actual y de las posibles alternativas, para evaluar su potencial de mejora en el nivel de servicio de la A-7, realizando “un modelo de macrosimulación con la extensión y zonificación necesaria, alimentado preferentemente por datos big-data de movilidad” de telefonía móvil, según se recoge en el pliego. Este modelo se aplicará para la mejora de enlaces con alta demanda.
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