No cabe la menor duda que el perro es el mejor amigo del hombre y la historia que contamos hoy en Mascotíssimas es un gran ejemplo de ello. Un preso del Centro Penitenciario de Martutene, en Guipúzcoa (España) ha conmovido a muchas personas en las redes sociales al solicitar un vis a vis con su mascota antes de que tuvieran que sacrificarla. 

Por desgracia para este recluso, su perro se encontraba en un estado de salud muy delicado y fue entonces cuando el hombre hizo la petición de poder verlo por última vez. Y es que aunque los vis a vis se suelen aprobar para que algún preso pueda estar en contacto directo con algún familiar, amigo o pareja, pocas veces se han visto solicitudes relacionadas con "mascotas". 

Ante esta situación anómala, el juez recibió la petición y consideró oportuno consultarlo con el psicólogo de la cárcel. Tras varias reuniones y consideraciones, el juez tomó la decisión final de aceptar el deseo del recluso y dejarle tener un vis a vis con su amigo peludo.

El Juzgado de Vigilancia Penitenciario número 1 del País Vasco fue quien se encargó de aceptar el vis a vis entre un perro y un hombre, siempre y cuando se cumplieran las condiciones mencionadas. Además, este es un caso excepcional y aislado, por el que algunos funcionarios se han mostrado en contra de esta decisión.

Una decisión a favor y en contra

Ese suceso ha sido alabado por unos y criticados por otros, como es el caso del portavoz de la APFP (Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones), Rafael Paniza, quien ha argumentado que en las cárceles ya suele haber una situación bastante complicada como para tener que estar pendiente de perros.

La visita se llevaría a cabo con una serie de condiciones especiales, como por ejemplo que el perro tiene que ir acompañado de un familiar del preso, al cual también se le dará autorización como vis a vis. Otra de las normas que exigió el juez fue que un veterinario valorase y verificase que el can estaba realmente en un mal estado que conlleve que vaya a ser sacrificado. Además, el animal debería ir con bozal y correa, y el preso será quien tenga que limpiar lo que ensucie su perro.