Cultura

Fallece Carlos de Mesa, ex director del Teatro Cervantes

  • El pasado mes de mayo tuvo que dejar la presidencia de la Asociación Miguel Romero Esteo después de diez años al frente

  • También impulsó la plataforma por el Auditorio de la Música en Málaga

Carlos de Mesa.

Carlos de Mesa.

Carlos de Mesa, director del Teatro Cervantes entre 1987 y 1995, ha fallecido hoy tras una larga enfermedad. De Mesa fue uno de los pilares fundamentales en la promoción de la cultura en Málaga en los últimos tiempos. Además de dirigir el teatro más insigne de la ciudad, coordinó la Fundación Picasso-Casa Natal y fue director del Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga

En los últimos años, además, había impulsado, en su afán por defender y seguir impulsando la cultura, la plataforma por el Auditorio de la Música de Málaga, proyecto que no ha podido ver finalizado. También fundó y presidió durante diez años la Asociación Miguel Romero Esteo, para recordar al célebre dramaturgo. Uno de los últimos sueños que estaba impulsando era renombrar el Convento de la Trinidad, aprovechando que la Junta de Andalucía está rehabilitándolo para convertirlo en un Centro Cultural, y darle el nombre del creador malagueño.

Días antes de su fallecimiento, el Ayuntamiento de Málaga apoyó la propuesta impulsada por la asociación, de la que tuvo que dejar la presidencia el pasado mes de mayo después de diez años "por circunstancias personales de salud y de orden familiar", según cita en su comunicado.

Poco tiempo más tarde, en septiembre de 2021, volvió al Teatro Cervantes para la inauguración de la temporada de la Orquesta Filarmónica, narra en un post en su cuenta de Facebook. "Hacía muchos meses que no asistía al Teatro Cervantes, pero mi mujer Maribel me animó a que fuéramos (...) Hacía 26 años que dejé de dirigir el Teatro Cervantes, mi segunda casa durante ocho años. Durante la interpretación de la 5ª [la Quinta sinfonía de Mahler], una obra que tanto poder de evocación tiene, llegaron a mí mil imágenes de los tiempos vividos en este teatro, tiempos llenos de emociones, tensiones, retos, aciertos y errores. Y amor, mucho amor apasionado….". 

Seguía De Mesa narrando, "sentí cierta alegría y felicidad al ser consciente de que ahora había un nuevo director del Teatro, director que podría disfrutar de él como lo hice yo, y un nuevo director de la Orquesta, que (..) estaba comprometido a trabajar por un proyecto artístico específico para la orquesta, algo que yo siempre había pensado que era necesario y que debía ser un compromiso obligado para cualquier director titular de una orquesta", contento por el devenir del que fue 'su' teatro y la orquesta de su ciudad. 

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