Cultura

El tributo del bailarín Eros Recio a otro gran luchador, Pablo Ráez

  • Esta noche se estrena en el Teatro Ciudad de Marbella el espectáculo de danza 'Siempre fuerte'

Eros Recio en la sede de 'Málaga hoy'

Eros Recio en la sede de 'Málaga hoy' / m. h.

Las luchas se suceden en distintos territorios. El de Pablo Ráez fue la habitación de un hospital, donde combatió hasta el último momento su leucemia con su sonrisa y su brazo armado para pedir donantes de médula. El de Eros Recio es otro, es el escenario y un día a día plagado de obstáculos impuestos por el prejuicio. Pero la batalla se da por bien empleada si con ella se salda el objetivo propuesto, como decía Ráez, que falleció el pasado mes de febrero. Y quizás ese afán de superación es el que ha movido al primer bailarín profesional con síndrome de down de España, el valenciano Eros Recio, a protagonizar el espectáculo de danza inclusiva titulado Siempre fuerte. Este montaje es un tributo a la vida del joven marbellí que convirtió en viral su campaña sobre la importancia de la donación solidaria.

El bailarín valenciano, que con 24 años colabora con diferentes ONG y ha recibido varios galardones, ha elegido el teatro Ciudad de Marbella para estrenar la obra, cuyos fondos recaudados se destinarán a la asociación a favor de las personas con discapacidad Aspandem. El Ayuntamiento de Marbella agradeció ayer al bailarín la elección de la ciudad para el estreno de esta obra, hoy a las 21:00 y cuyas entradas pueden adquirirse en la taquilla del teatro.

El padre del bailarín, Carlos Recio, señaló que la idea es "rescatar el mensaje de Raéz para que no se olvide" y avanzó respecto a la representación que su vida será contada a través de la danza con melodías seleccionadas especialmente para cada momento. "Es un guerrero, el gladiador del siglo XXI que nos ha hecho recuperar la confianza en nosotros mismos", indicó Recio en alusión al joven marbellí, al tiempo que destacó el apoyo a la iniciativa por parte de la familia Raéz, al ser la recaudación a beneficio de Aspandem. También transmitió un mensaje sobre la diversidad funcional, al asegurar que las personas, "por encima de sus capacidades, pueden hacer mucho más de lo que pensamos que pueden hacer".

Pablo Ráez era un deportista de 18 años al que en marzo de 2015 los médicos le diagnosticaron leucemia, de la que se recuperó tras someterse a distintas sesiones de quimioterapia y a una intervención en la que le trasplantaron la médula de su padre. Sin embargo, apenas diez meses después la enfermedad reapareció y, ante la necesidad de buscar un nuevo donante, el joven lanzó a través de las redes sociales una campaña en la que animaba a la gente a donar médula ósea bajo el lema "no para mí, para todo el mundo que lo necesite". La campaña se hizo viral gracias a los mensajes, los vídeos y la actitud positiva de Ráez durante el tiempo que estuvo hospitalizado, lo que generó que se multiplicaran las donaciones de médula en la provincia de Málaga. Tuvo su segundo trasplante, pero un rechazo le impidió salvar la vida.

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