Salvador Moreno Peralta reivindica la figura del malagueño Moreno Villa en la Generación del 25
El arquitecto ha participado en el ciclo 'Arquitectura, Literatura y Modernidad' organizado por el Centro Andaluz de las Letras
Moreno Peralta: "Málaga puede ser considerada una de las más sanas pymes urbanas de Europa"
Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y la imprenta Litoral son los vínculos que tiene Málaga con la Generación del 27. Aquella época de esplendor cultural, en paralelo al movimiento literario, surgió la llamada Generación del 25, formada por arquitectos que introdujeron en España las vanguardias europeas y que, como los poetas del 27, participaron de un mismo espíritu de modernidad. El arquitecto Salvador Moreno Peralta ha reivindicado el papel de José Moreno Villa, poeta, narrador, articulista, pintor y ensayista: "Es una figura absolutamente clave en la introducción del Movimiento Moderno en España".
En el ciclo Arquitectura, Literatura y Modernidad, organizado por el Centro Andaluz de las Letras, en el auditorio del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, Moreno Peralta ha recordado cómo aquellos años, desde los primeros de 1920 hasta la Guerra Civil, constituyeron un tiempo de apertura e integración cultural sin precedentes. "Hasta el Tratado de Adhesión a la Unión Europea, España nunca ha estado tan conectada con Europa como en aquellos prodigiosos años", ha afirmado el arquitecto.
También ha subrayado que la llamada "Edad de Plata" fue producto del clima intelectual promovido por la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes. Ambas instituciones, nacidas del pensamiento de los malagueños Francisco Giner de los Ríos y Alberto Jiménez Fraud, fueron el germen de un movimiento que conjugó ciencia, arte y pensamiento en una misma aspiración modernizadora.
Dentro de ese contexto, Moreno Peralta ha destacado la presencia de varios malagueños entre los grandes nombres de la Generación del 25: Rafael Bergamín y Bernardo Giner de los Ríos, ambos arquitectos vinculados a la Residencia de Estudiantes, y sobre todo José Moreno Villa, figura capital de la cultura española del siglo XX. Fue también un pionero en la introducción en España de las corrientes racionalistas europeas en arquitectura. "Era un referente absoluto para los arquitectos del 25 y para los que poco después formarían el Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea".
El arquitecto ha lamentado el progresivo olvido en torno a la figura de Moreno Villa, especialmente en su propia ciudad natal. "En cualquier otra universidad española ya existiría una cátedra con su nombre o un espacio dedicado a su legado", ha señalado. El arquitecto y urbanista ha hecho hincapié en "la importancia y la injusticia de que este malagueño ilustre hoy esté relegado al olvido". También ha lamentado que se le haya "reducido a un autor de cuadros en el museo", cuando fue "mucho más que eso". También lo ha definido como "un personaje indigerible, difícil de encasillar", y que precisamente esa complejidad explica su vigencia intelectual.
Vinculado a la Residencia de Estudiantes, Moreno Villa había estudiado Historia del Arte y fue traductor del alemán de autores clásicos y contemporáneos por encargo de Ortega y Gasset. Esa formación humanista lo convirtió en un referente intelectual para los arquitectos que en la década de los 20 impulsaron la renovación del lenguaje arquitectónico en España. Moreno Peralta ha subrayado que tanto la Generación del 25 como el grupo GATEPAC habrían tenido "mucho más difícil su implantación, si no imposible", sin la labor divulgadora de Moreno Villa.
Desde las páginas de la revista Arquitectura, órgano de la Sociedad Central de Arquitectos de Madrid, y en la prensa diaria, congresos y conferencias, Moreno Villa ejerció una crítica "frenética y solemne", que fue "el fundamento de una cultura arquitectónica moderna en un país donde nunca existió una tradición sólida de crítica arquitectónica". "La arquitectura necesita un clima cultural propicio, que en España nunca ha estado a la altura de la literatura o la pintura", ha afirmado.
El ponente también ha recordado la conexión internacional de Moreno Villa, cuyo paso por Alemania y su vínculo con la Deutscher Werkbund, antecedente directo de la Bauhaus, le permitieron conocer de primera mano el pensamiento de arquitectos como Hermann Muthesius o Le Corbusier. "Moreno Villa supo advertir que la modernidad sola no anda si no mantiene algún tipo de vínculo con la tradición. Nada nace por generación espontánea", ha remarcado Moreno Peralta, destacando su capacidad para integrar las corrientes europeas en el contexto español.
También ha contado que desde la Primera República hasta la dictadura de Primo de Rivera, España vivía un retraso estructural con respecto a Europa. "El país arrastraba un sistema viciado por el caciquismo y el atraso industrial, mientras en el resto del continente florecían las vanguardias", ha señalado. En ese ambiente adverso, los arquitectos del 25, muchos influenciados por la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes emprendieron lo que Moreno Peralta ha definido como "un esforzado y angustioso esfuerzo hacia la superficie para respirar la modernidad".
"España estuvo plenamente a la altura de Europa en aquellos años", ha destacado el arquitecto, para quien la historia cultural del país "no es lineal ni circular, sino zigzagueante, con lapsos en los que la historia acelera, y este fue uno de los más determinantes". Por eso, ha insistido en que la Generación del 27 no puede entenderse sin la del 25, ni la modernidad literaria sin la modernidad arquitectónica. "Esta charla tiene dos objetivos hacer ver al ministro Urtasun la participación sustancial que Málaga tuvo en la constitución de ambas generaciones".
"Matamos un cuerpo y me gustaría poder decir que no mataron su espíritu", ha apostillado por la prohibición de la Institución Libre de Enseñanza y de la Residencia de Estudiantes tras la Guerra Civil. "Nos cuesta ahuyentar al terco fantasma del fanatismo, pero debemos recordar las cotas de grandeza que España fue capaz de alcanzar cuando eligió la franca confrontación de ideas bajo el abrigo de la razón", ha concluido. Con esa reflexión, el arquitecto ha invitado a recuperar la figura de José Moreno Villa como símbolo de esa Málaga y España luminosa y moderna.
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