Rock Factory abre en Málaga su nueva sede para formar una nueva generación de músicos

El centro, ubicado en la calle Juan Gris, cuenta con seis aulas y la última tecnología

Nadie querrá perderse esta semana en Málaga: los conciertos que sonarán en Sala París 15 y Sala Trinchera

Uno de los alumnos en una Batalla de bandas de la escuela Rock Factory.
Uno de los alumnos en una Batalla de bandas de la escuela Rock Factory. / M. H.

El centro de Málaga tiene un latido que vibra con un ritmo nuevo: la energía del rock. La escuela de música moderna Rock Factory acaba de abrir su nueva sede en la capital tras una década de éxito en Marbella (San Pedro de Alcántara) y Casares. El proyecto, dirigido por Adolfo Cayuso y Rafael Reyes, llega para revolucionar la enseñanza musical en la capital con un enfoque innovador que combina tecnología, metodología propia y una apuesta firme por el talento joven.

"En San Pedro estamos ya al 100% desde hace un par de años, y teníamos muchas ganas de venirnos a la capital", explica Reyes, director, profesor de bajo eléctrico y guitarra, en declaraciones a este periódico. Además de las ya existentes en los otros centros, en la capital han incorporado también clases de trompeta y trombón. La nueva sede, ubicada en la calle Juan Gris, 9 —en los antiguos locales de las salas de ensayo Gravity—, cuenta con dos plantas y seis aulas completamente reformadas y equipadas con tecnología de última generación.

"Ya tenemos un montón de alumnos, la verdad, en el mesecito que llevamos abiertos", comenta. Pero su éxito no se mide solo en alumnos matriculados, también en logros. "Tenemos a la batería más joven del mundo en conseguir el grado profesional de música en el Trinity College London, y a la guitarrista más joven en alcanzar el grado máximo", explica Reyes. También los dos representantes de España en el Drum Off Global, el festival mundial de bateristas, son alumnos suyos. La escuela, además, ha sido trampolín para jóvenes artistas que han participado en programas como La Voz Kids, "la primera banda española en actuar", Got Talent o Tierra de Talento.

Con más de 30 métodos de enseñanza propios, Rock Factory se distingue por su metodología práctica y digital. Todos los contenidos están informatizados y programados para pizarra digital, de manera que el alumno "no pierde tiempo copiando nada". "Así aprovechamos al máximo cada clase", admite. Este sistema, desarrollado internamente, permite a los profesores adaptar los materiales a cada estudiante, respondiendo a dos preguntas clave: "¿Qué tienen que aprender?" y "¿Cómo queremos que lo aprendan?".

El abanico de asignaturas incluye batería, guitarra, bajo eléctrico, canto, piano, saxofón, trompeta, trombón y ukelele, con clases tanto individuales como grupales. Aunque el centro está abierto a todas las edades, los niños son el veradero motor del proyecto. "Estamos enfocados a niños, sobre todo. Desde los dos años y ocho meses ya pueden empezar, aunque también vienen adultos", comenta el director. Uno de los programas estrella es el de Minimúsicos, una propuesta para los más pequeños que combina juego, creatividad y exploración sonora como primer contacto con el lenguaje musical.

Pero Rock Factory también cuida el sentimiento de pertenecer a una misma comunidad. Su Batalla de Bandas, el mayor festival de rock infantil de España, reunió en su última edición a más de 40 grupos y 3.000 asistentes, consolidando una escena joven y vibrante. "Aquí pasan cosas guays todos los días", resume Reyes con una sonrisa.

La acogida en Málaga ha sido "muy fuerte", asegura. "Esperamos estar casi a tope al final del curso", añade con entusiasmo. Con su nueva sede en la calle Juan Gris, Rock Factory Málaga consolida su apuesta por la formación musical moderna y el talento local. El proyecto llega a la capital con la misma energía y profesionalidad que lo han convertido en un "referente" en la provincia, ofreciendo a niños y jóvenes un espacio para aprender, crear y crecer con la música.

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