La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

A contramano contra el Covid

Por salvar las Navidades vendrá una tercera ola del Covid-19 y entonces se tomarán medidas más restrictivas: ya será tarde

Los países de nuestro entorno están reaccionando ante el rebrote de la pandemia de la única forma aceptable: aumentando las restricciones, cerrando el comercio no esencial, adelantando el cierre de los colegios y limitando los viajes y los aforos. Están siendo consecuentes con las conclusiones de todos los expertos. A saber, que la movilidad y los espacios cerrados son los dos factores que más favorecen la propagación del virus.

Salvo las excepciones de Canarias, Baleares y Comunidad Valenciana, en general vamos a contramano de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. Nosotros estamos dispuestos a lo que sea por salvar la Navidad. El Consejo Interterritorial de Sanidad (Ministerio y Consejerías autonómicas) fue esperpéntico: permite los viajes y las celebraciones de familiares y allegados, pero recomienda no hacerlos; deja encontrarse en espacios cerrados, pero aconsejando que se eviten.

El Gobierno ha entendido la cogobernanza como la entrega a las comunidades autónomas de la patata caliente de las medidas impopulares (díctalas tú, que tienes más gracia) y las comunidades, que maldecían el mando único, ahora reclaman que sea el ministro Illa quien dé las malas noticias de las limitaciones, restricciones y prohibiciones. En resumen, no toquemos nada y salvemos la entrañables fiestas navideñas. Si viene la tercera ola, ya habrá tiempo de volver a las medidas más duras. Será tarde: desde hace más de una semana la incidencia del virus no ha dejado de aumentar. Como es lógico después del trasiego del famoso puente de diciembre, igual que ha pasado en Estados Unidos a raíz de la movida del Día de Acción de Gracias.

No nos libramos del cortoplacismo de los gobernantes. Lo único que puede salvarles del descrédito y la condena es el deseo de suavizar la ruina económica. Loable, pero insuficiente si el precio es seguir perdiendo la salud. Ahora todo se centra en exaltar el carácter salvífico de la vacuna. Es extraordinario que ya vayamos a tenerla. Pero, ojo, tardará mucho en generar una inmunización colectiva. Mientras nos previene de futuras infecciones estamos haciendo lo posible por no combatir infecciones presentes o inminentes (las que se han propagado en diciembre y las que se propagarán durante la Navidad).

Habíamos mejorado mucho desde la primera ola. Corremos el riesgo de echarlo a perder. De volver a equivocarnos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios