División con Gaza

Después de las imágenes que hemos visto, de los testimonios que hemos escuchado, de las casi 65.000 víctimas del conflicto de Gaza y de la evidente masacre en Gaza por parte del gobierno israelí, está claro que se suman las voces de repulsa ante lo que ya se califica hace tiempo como genocidio.

En marzo de 2024, la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, publicó un informe titulado Anatomía de un genocidio, en el que sostenía: “Hay motivos razonables para creer que el umbral a partir del cual puede decirse que Israel ha cometido (genocidio) ya se ha alcanzado”. En noviembre de ese año, un comité de derechos humanos de la ONU expuso que la ofensiva militar de Israel “es consistente con las características de un genocidio”.

Esta semana, el Rey Felipe VI pronunció un discurso en la ONU donde pidió al gobierno israelí: “Detengan ya esta masacre”, a la vez que condenó el terrorismo de Hamás, solicitó la aplicación del Derecho Internacional Humanitario en Gaza y Cisjordania y el reconocimiento del Estado palestino como un paso fundamental para alcanzar la paz. El Gobierno español ha tomado la iniciativa en Europa en esta dirección y, sin embargo, se ha convertido en un asunto polémico en la polarizada política española, en particular, en la derecha donde mientras el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, utiliza la palabra genocidio, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, defiende a Israel y Vox criticó al rey por acercarse a las posiciones de Sanchez, todo ello, sin contar, las declaraciones del alcalde de Madrid en contra del genocidio y, en general, la ambigua posición de Nuñez Feijóo en todo este tema.

Sin embargo, mientras la opinión pública española apoya ampliamente la idea de lo que está pasando en Gaza es terrible. Según el barómetro de mayo-junio de 2025 del Instituto Elcano, el 82% de los españoles cree que “Israel está cometiendo un genocidio en Gaza” (en marzo-abril de 2024 lo creía un 71%). El 78% apuesta por el reconocimiento del Estado de Palestina y el 72% es partidario de que la UE imponga sanciones a Israel. Por descontado, hay diferencias según ideología. Los ciudadanos de derechas son más tibios en su condena a Israel, aunque el 62% de ellos piensa que la masacre de Gaza es un genocidio (frente al 97% en la izquierda). Partimos, pues, de un “suelo” muy alto, del 62%, es decir, una mayoría amplia incluso en las derechas.

A estas alturas, parece evidente que Israel quiere acabar con Gaza, a costa de las víctimas que sean necesarias, de destruir la vida civil, acabando con una comunidad humana, destruyendo todo alrededor y provocando hambre. Se trata de un problema complejo y de difícil solución política pero que necesita una respuesta unitaria desde España y desde Europa para poder detener esta catástrofe moral y humana que vemos todos los días.