¿Todos los socialistas son sanchistas?

09 de diciembre 2025 - 03:07

Cuesta creerlo, pero socialistas políticamente decentes, que han dado momentos de orgullo a España, que en general han respetado las instituciones y las leyes, y han defendido con seriedad los intereses de su país y sus ciudadanos, siguen apoyando unas siglas que no tienen nada que ver con lo que ellos defendieron.

No se trata de lealtad mal entendida sino de algo peor: están apoyando servilmente, por conveniencia, un movimiento, el sanchismo, que no tiene nada que ver con lo que defendía un PSOE que, con sus puntos débiles y ovejas negras como todos los partidos, no cayó nunca en la desvergüenza que hoy es seña de identidad de quienes siguen fieles a un gobernante que no merece serlo. Por mentiroso, por la corrupción que le rodea, por elegir a mala gente como ocupar cargos de máxima responsabilidad en el Gobierno y en el partido… y por tantas cosas más que infinidad de españoles jamás pensaron que pudieran ocurrir.

Desde alianzas indeseables a nepotismo como jamás se había visto hasta ahora, vender competencias españolas a cambio de media docena de votos que permiten mantenerse en Moncloa al primer presidente que perdió las elecciones. Un presidente del Gobierno y del partido que está dando motivo para que infinidad de mujeres, no solo las feministas, revienten de indignación por el trato que han dado a mujeres de todo tipo y condición personajes que se mueven muy cerca de Pedro Sánchez.

Jamás se han visto en España tantos casos de puterío entre personas que no son socialistas aunque voten y militen en el PSOE; personas que forman parte del sanchismo, que ni es progresista, ni respeta a las mujeres; no acepta más ideología que la propia, se ha aliado con lo peor de cada casa y utiliza métodos propios de delincuentes, noticias falsas para desacreditar a quienes denuncian las actividades inadmisibles de serviles seguidores del presidente del Gobierno.

Campaña urdida desde Moncloa y Ferraz para desprestigiar a jueces y periodistas, por ejemplo; fiscales que sintieron vergüenza ante el comportamiento del ex Fiscal General, y empresarios que se niegan a pasar por el aro de las iniciativas de una vicepresidente segunda que se deja llevar por la demagogia. Busca así el respaldo de los trabajadores empeñados todavía en que su peor enemigo es el empresario, pero con sus decretos ha provocado el cierre de pequeñas y medianas empresas y enviado al paro a miles de personas.

Se hace difícil comprender que socialistas con principios, que son la mayoría, sigan dando confianza a un presidente que está destrozando España, indiferente ante actitudes personales de algunos de sus más próximos colaboradores que, si no conocía, ha sido porque prefería no conocerlas. Este domingo ha cesado al número dos de uno de sus principales asesores. ¿Cómo es posible que no supiera de las andanzas de Paco Salazar, cuando en Moncloa y Ferraz no había una sola mujer que no estuviera alerta?

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