EDITORIAL
Torre Pacheco: la alianza del odio y la violencia
EDITORIAL
Estos últimos días ha quedado más que claro (por si había alguna duda) que el corredor ferroviario que une al sur de España con Madrid está gravemente tocado. Las imágenes de las principales estaciones andaluzas abarrotadas de viajeros que ven con angustia cómo se retrasan sus trenes durante horas o los relatos escalofriantes de las centenares de personas atrapadas, hasta 15 horas, en vagones en medio de la nada se han convertido en algo habitual en los últimos tiempos. El pasado martes, unos 25.000 viajeros se vieron afectados por los fallos en la conexión ferroviaria Andalucía-Madrid. Pero el goteo de incidencias se sigue dando continuamente. Tanto que el ciudadano está perdiendo la confianza en el sistema ferroviario español, cuya espectacular mejora con la Democracia y el ingreso de nuestro país en la Unión Europea era uno de nuestros principales orgullos, con el AVE como buque insignia. Y todo esto ocurría al mismo tiempo que el Gobierno aprobaba el martes un anteproyecto de ley en el que, entre otras cosas, se prohíbe hacer publicidad de los “vuelos cortos” (los peninsulares) y de vehículos de gasolina. Es decir, que se ponen trabas a la movilidad por medios alternativos al ferroviario. Las causas de este deterioro son múltiples. Desde luego, y mientras no haya pruebas muy contundentes, hay que descartar cualquier tipo de sabotaje, como irresponsablemente apuntó ayer la vicepresidenta María Jesús Montero. Más bien parece que estamos ante una serie de errores técnicos y de gestión política que no han impedido solucionar el envejecimiento de las infraestructuras y el espectacular aumento de los viajeros en los últimos tiempos debido a la turistificación y la aparición de nuevos operadores privados. En cualquier caso, hay un responsable claro de la mala gestión de este caos, el ministro de Transporte Óscar Puente, un político más pendiente de hacer política partidaria y de insultar a la prensa por redes que de gestionar con competencia su Ministerio.
También te puede interesar
EDITORIAL
Torre Pacheco: la alianza del odio y la violencia
EDITORIAL
Cortina de humo
EDITORIAL
Resistencia con hipotecas
EDITORIAL
Estrategia digital andaluza
Lo último