Tribuna

Alberto García Valera

Andalucía y la Adenda al Plan de Recuperación

Andalucía y la Adenda al Plan de Recuperación

Andalucía y la Adenda al Plan de Recuperación

El Gobierno de España aprobó este martes en Consejo de Ministros la propuesta de nueva Adenda al Plan de Recuperación español dirigida a la Comisión Europea, con el objetivo de que nos dote con 7.700 millones de euros de transferencias adicionales de los fondos Next Generation, 2.600 del programa REpowerEU y 84.000 millones en préstamos que se canalizarán a través de diferentes fondos. Entre ellos destaca el que desarrollará el Banco Europeo de Inversiones –con gran experiencia en la gestión de instrumentos financieros y acostumbrado a trabajar de la mano del sector financiero privado– a través de un fondo de más de 20.000 millones de euros.

Dicho fondo de resiliencia autonómica dará cabida a la financiación de los proyectos que pueda tener Andalucía con instrumentos financieros (no subvenciones) relacionados con competencias propias como las desarrolladas en materias tan dispares como vivienda, sostenibilidad, turismo, desarrollo urbano, industria o I+D+i, y que la Junta podrá ir demandando en función de sus propios planes de actuación.

Aunque las reformas a las que se compromete España con la nueva Adenda no tengan el calado estructural de las recogidas en la versión original del Plan de Recuperación –referidas al mercado de trabajo o a la sostenibilidad de las pensiones–, sí que impulsa cuestiones que en términos macro son muy importantes para Andalucía, como es el caso de la potenciación de la autonomía energética, la modernización de los sectores agroalimentario o industrial, la transformación digital o el refuerzo del capital productivo (humano, social e institucional).

Además, en el ámbito de las inversiones, la totalidad de los 10.300 millones de transferencias adicionales y parte de préstamos irán destinados al refuerzo (con 30.000 millones de euros) de los 12 Perte ya aprobados, incrementando la dotación de algunos que pueden ser claves para nuestra región, como los Perte de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento o el del Ciclo del Agua.

El envío de la propuesta de Adenda española no paraliza el calendario de ejecución de los fondos ya aprobados. España es el país más avanzado, pero se ralentiza la solicitud del cuarto desembolso de 10.000 millones de euros y la aprobación de algunas reformas en trámite por la finalización de la legislatura.

Cuestión distinta es la evaluación de la adenda por las instituciones comunitarias, que va a solaparse con el desarrollo de la campaña electoral y, posteriormente, con la constitución de un nuevo gobierno que debería, al menos, tener margen para introducir los cambios relacionados con la orientación de las políticas y reformas de la adenda, en tanto que los posteriores a su aprobación que prevé el Reglamento comunitario no pueden ser de calado.

En todo caso, la finalización del mecanismo continúa siendo el 31 de agosto de 2026 y, para entonces, los instrumentos financieros deberán estar desembolsados, aunque el período de devolución pueda alargarse.

Como demuestran los datos macroeconómicos, y a pesar de que todo hace indicar que Andalucía no convergerá con el resto de España en 2023 por un menor crecimiento parcialmente afectado por los devastadores efectos de la sequía, nuestra región sigue como motor de exportaciones, de creación de empleo o de altas de autónomos, como también entre las mayores comunidades autónomas en atracción de inversores internacionales. Sin duda, su situación geoestratégica, sus recursos naturales o el potencial de sus parques tecnológicos nos hacen un territorio atrayente diferenciador para ámbitos como el energético, agroalimentario, de economía azul o digital, que pueden dinamizarse como nunca lo han hecho con los fondos del PRTR.

Por ello es fundamental el cumplimiento de los proyectos actuales y la llegada de nuevos fondos a través de los Perte de la cadena agroalimentaria, de la industria energética o –especialmente importante para Sevilla– de la industria aeroespacial. Como también lo es acometer la transformación digital, convertir la sostenibilidad y la creación de valor a largo plazo en el eje central de la estrategia empresarial y potenciar la relación público-privada.

Tener una visión a futuro implica también tomar decisiones de inversión, de atracción y retención del talento para impulsar el carácter innovador de una empresa o un territorio. Es preciso que Andalucía ponga en marcha ese cóctel pensando en generar valor a largo plazo, donde las decisiones públicas lideren un proyecto de territorio, que atraigan oportunidades.

La llegada de esta nueva oleada de Fondos europeos es, en todo caso, una fórmula positiva para potenciar relevantes inversiones y los Perte deberían jugar un papel relevante para la llegada de estas a los sectores clave. No podemos desaprovechar esta oportunidad

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