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Alhaurín de la Torre contempla un presupuesto contenido en gasto e inversión ante la posible crisis por inflación

Joaquín Villanova, alcalde de Alhaurín de la Torre.

Joaquín Villanova, alcalde de Alhaurín de la Torre. / M. H.

El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, ha adelantado que el Presupuesto Municipal del año 2023 estará marcado por la contención de gastos y un menor nivel de inversiones, en previsión de una posible recesión a causa de la inflación que sufre tanto España como el resto de países europeos. 

El regidor ha asegurado este martes que no tiene previsto acometer grandes obras de infraestructura, más allá de las que tienen actualmente consignación presupuestaria y requieren continuidad en los siguientes años, como es el caso del Teatro, el futuro Parking de Isaac Peral o los pabellones cubiertos de Santa Clara y Pinos de Alhaurín. 

Eso significa que las cuentas no serán expansivas en el nivel inversor y se centrarán en el mantenimiento de los servicios públicos; las iniciativas surgidas en el seno de los consejos sectoriales de Participación Ciudadana, y ya aprobadas por el Pleno -en torno a un centenar-; la propia acción municipal y de la administración, y, por supuesto, las previsiones de gasto social al alza ante una nueva crisis económica. 

Villanova ha indicado que, desde el pasado julio, ya trabaja con el equipo del Área de Economía y Hacienda, con su concejal, Abel Perea, a la cabeza, para diseñar un presupuesto "realista y ajustado al momento actual"

El primer edil defiende que existen muchas obras públicas en ejecución, de diverso calado, muchas de ellas, reactivadas a través de modificaciones puntuales de crédito -como las de reparación de desperfectos por el temporal Filomena o los trabajos de emergencia de infraestructura hidráulica-, así como van a comenzar actuaciones de tipo plurianual que sí tendrán garantizadas partidas moderadas en el Presupuesto de 2023, pero "no va a ser el año de grandes proyectos". 

"El escenario de un decrecimiento financiero y un empobrecimiento de las economías domésticas, afectará a la capacidad de ingresos municipales, lo que supondrá también la necesidad de recortar gastos, atender a la ciudadanía que lo pase mal, no descuidar los servicios públicos ni, por supuesto, poner en peligro los puestos de trabajo de la Administración municipal ni la estabilidad de las arcas", ha explicado. 

Con todo ello, "sería irresponsable y poco realista presentar unos números que no se puedan cumplir", ha añadido el regidor, que ha apuntado a que, además, en mayo habrá elecciones locales "y lo más lógico es que las cuentas experimenten variaciones una vez entre la nueva corporación". 

Villanova ha recordado que, en 26 años que lleva como alcalde, le ha tocado lidiar con hasta tres crisis económicas -la de las canteras en 2005/06, la grave recesión del periodo 2009-2014 y la de la pandemia entre 2020 y 2021- y que siempre ha tirado de "sentido común, responsabilidad y sensibilidad con la ciudadanía" para que la institución pueda responder con recursos propios a cualquier necesidad social, para lo cual "es importante tener las cuentas bien saneadas y no recurrir a endeudamiento", ha agregado. 

En este sentido, el mandatario concluye que los dos años de pandemia y sus derivadas en la acción del Ayuntamiento en diversos frentes, así como la modificación de la legislación laboral del Gobierno y sus consecuencias en la contratación de personal municipal, han propiciado que los Presupuestos de 2021 y 2022 "hayan sido los más difíciles de componer de la historia, aun siendo expansivos". 

Sin embargo, ha reconocido que en 2023 "no tendría sentido mantener esa tendencia al alza, porque se avecina una inflación superior al 11% en octubre, que requerirá unas cuentas más conservadoras, con pocas inversiones, y centradas en el capítulo 2 y en las políticas de proximidad". 

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