La crisis agudiza en muchas ocasiones el ingenio y la práctica de las aficiones no son una excepción, al tratarse en algunos casos de actividades que tiene un elevado coste para sus practicantes. Es el caso del wnowboard, que requiere de un desplazamiento hasta alguna estación de esquí y el pago del correspondiente forfait para poder utilizar sus instalaciones y disfrutar de este deporte de nieve. Ante este situación y elevado precio que cobran algunas estaciones, algunos de sus practicantes han optado por buscar zonas alternativas para poder lanzarse con sus tablas y disfrutar de su deporte favorito.

Un grupo de estos aficionados se desplazó ayer hasta la Sierra de la Nieves, que acumula en algunas zonas más de medio metro de nieve polvo, ideal para la práctica de deportes de nieve. Eso sí, alcanzar la zona adecuada para montar la improvisada instalación requería de una larga caminata, al encontrarse el carril de subida impracticable para los vehículos. Dos horas de camino y la gasolina para el desplazamiento repartida a partes iguales, ese era el plan de estos aficionados, que pudieron disfrutar de una nieve ideal para su deporte con la costa como telón de fondo y el mitad de un bosque de quejigos de alta montaña. Eso y un rato de trabajo para localizar una ladera con suficiente nieve y dotarla de una rampa para lograr sus acrobáticos saltos.

La imagen que se podía ver en el puerto de Los Pilones es poco habitual en la Sierra de la Nieves, aunque muchos de los visitantes aprovecharon para ver los espectaculares saltos que dejaron ladera abajo.

Pero el snowboard no era el único deporte de cierto riesgo que pudo verse en la zona, a la que también llegó un grupo de ciclistas que quiso poner en práctica sus habilidades sobre la bicicleta de montaña en un suelo totalmente nevado. No fueron pocas las dificultades que tuvieron que salvar en la subida hasta el refugio de Quejigales, tan importantes como las que tuvieron que afrontar en la bajada.

Y entre los amantes de deportes de nieve y montaña, tampoco faltó la presencia de un gran número de senderistas que no quisieron perderse una imagen que hacía siete años que no se veían, con una nevada que llegó el pasado jueves a cubrir la propia ciudad de Ronda y que ayer seguía estando presente en la gran mayoría de las sierras que la rodean.

A ellos se unieron las familias que acudieron a la sierra a disfrutar de un día de nieve, trineo incluido, y que tuvieron la oportunidad de pasar un día entre una paraje natural totalmente cubierto de blanco.

Hoy, ante la previsión de un masivo desplazamiento hacia las zonas nevadas, desde los servicios de seguridad se advierte sobre la necesidad de llevar calzado adecuado y el necesario equipo de abrigo, en especial, para aquellos que pretendan adentrarse hacia el interior de la sierra, debido a la enorme cantidad de nieve que se acumula en algunas puntos y que puede llegar a la altura de la rodilla. Ante este hecho, recuerda la necesidad de no salirse de los senderos señalizados.