El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía ha presentado 16 alegaciones al proyecto residencial y de golf en Maro que promueve la Sociedad Azucarera Larios (Salsa). Los expone en cuatro bloques en los que se pueden encontrar motivos formales, jurídicos, políticos y morales. Gena-Ecologistas en Acción es uno de los colectivos que lucha contra la urbanización de este espacio de la Costa del Sol libre de edificaciones.

El proyecto, que se levanta sobre un millón de metros cuadrados, contemplaba en 2017, un campo de golf de 18 hoyos, un hotel de cinco estrellas y alrededor de 680 viviendas. El pasado 23 de marzo, el BOP publicó el convenio para el “desarrollo urbanístico de Maro”, abriéndose el plazo de alegaciones.

“Es inaceptable que el Ayuntamiento pretenda tramitar una innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para el desarrollo turístico recreativo del pago de Las Mercedes con la creación de un nuevo sector de suelo urbanizable sectorizado y de una instalación recreativa de interés autonómico, denominada Maro Golf”, denunció el presidente, Rafael Yus.

En el aspecto formal, Gena entiende que el acuerdo “está claramente desfasado tanto en las fechas implicadas como en los fundamentos legales, lo cual obedece a una negligencia del Ayuntamiento de Nerja al publicar un convenio redactado en el año 2015”.

Para el colectivo ecologista, los términos del convenio también son “moralmente inaceptables” sobre todo, en lo que se refiere “a la inclusión, en el mismo, de las deudas del Ayuntamiento con Larios y el compromiso de reclasificación de suelos para sus proyectos”. Para GENA, este planteamiento implica “una situación de acoso inaceptable” y “humillante” para el Ayuntamiento.

En el ámbito político, Gena cuestiona los razonamientos esgrimidos para sustentar el convenio, tales como la supuesta necesidad de hoteles en una localidad como Nerja, “que encabeza la lista de municipios con mayor concentración de hoteles, algunos de alto nivel”.

“Lo mismo se puede decir del pretendido campo de golf, que se presenta como una panacea cuando es un elemento banal, repetido por enésima vez en la costa malagueña, y que en cualquier caso tiene un coste social excesivo respecto a la cantidad de agricultores, colonos y nuevos pobladores que viven del campo”, señaló Yus quien lamentó la “ausencia de reflexión” sobre los daños que puede acarrear al patrimonio natural.

Con respecto al aspecto jurídico, entiende que el acuerdo “soslaya o ignora descaradamente” determinados elementos como “el principio urbanístico de la Ley del Suelo de la ciudad compacta, al propiciar un asentamiento satélite”. Además advierte que se están ignorando las 64 hectáreas del Sitio Histórico de Maro catalogado por la Junta de Andalucía.