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Fuengirola, primer ayuntamiento de la Costa occidental en tomar una medida drástica contra la sequía

Un bloque de viviendas en la avenida Clemente Díaz.

Un bloque de viviendas en la avenida Clemente Díaz. / M. H. (Fuengirola)

El Ayuntamiento de Fuengirola es el primero de la Costa del Sol que ha adoptado medidas más drásticas para combatir la sequía y comenzará a reducir la presión del agua esta noche a partir de las 00:00 horas- madrugada del martes-, una decisión que persigue ahorrar los recursos hídricos ante la falta de lluvias y alcanzar la reducción del consumo en un 20%, y que afectará principalmente las zonas más altas de la ciudad o edificaciones sin aljibe, según han destacado desde el Consistorio.

La decisión forma parte del plan municipal de acción conta la sequía, y la Administración local lleva desde diciembre planificando un calendario de medidas para paliar la situación de estrés hídrico actual, desde que en noviembre empezara a sufrir problemas en el suministro en las zonas más altas o carentes de aljibes con baja presión o cortes por la reducción del caudal aplicada por la empresa pública de aguas, Acosol, para cumplir con el decreto de sequía de la Junta de Andalucía.

El Gobierno andaluz declaró en octubre la situación de escasez grave y excepcional en el sistema de la Costa del Sol Occidental, lo que obligó a los municipios de la comarca a reducir en un 20% el consumo de agua potable, una medida que aplicó la empresa pública de aguas y los distintos municipios con restricciones en cuanto a los usos públicos.

Para ello, el Consistorio de Fuengirola emitió un bando el pasado mes de noviembre mediante el que se dictaban determinadas medidas como restringir el riego de jardines, parques o zonas verdes, así como los baldeos de las calles o el llenado de las piscinas, entre otras.

“Hemos cumplido escrupulosamente con el decreto en cuanto a los usos municipales, pero no es suficiente”, han subrayado desde el Ayuntamiento, destacando que con la bajada de la presión espera “llegar al 20%” de reducción del consumo de agua potable, junto con las medidas contempladas en el bando y la “conciencia de la gente”. La medida se aplicará entre las 00:00 y las 07:00 horas, a partir de esta noche -madrugada del martes-.

Tomas de agua para el uso doméstico y comercial

Las características de Fuengirola hacen que se tengan que adoptar este tipo de medidas, han explicado desde el Consistorio, al ser “un territorio 100% urbano”, en el que “la inmensa mayoría de las tomas de agua son de uso doméstico y comercial”, lo que hace que la ciudad “tenga dificultades para llegar a ese 20%”, a diferencia de otras que cuentan con “una gran cantidad de zonas verdes, campos de golf o instalaciones deportivas más grandes”.

El Ayuntamiento de Fuengirola ya avanzó a mitad de diciembre que la empresa concesionaria del agua en la ciudad, Gestagua, estaba trabajando en un calendario de “cortes programados” del suministro, aunque finalmente la medida que se va a adoptar de momento será la bajada de la presión con carácter indefinido, que afectará principalmente a las zonas altas y a aquellas edificaciones que carezcan de aljibes.

Según han indicado desde el Consistorio, “la reducción de la presión va a ser general y va a entrar menos agua en toda la red”, por lo que no cuenta con una estimación de los vecinos que se van a ver afectados, ya que dependerá “del nivel y de la cantidad de gente” que esté consumiendo el recurso hídrico en el horario establecido, que será de 00:00 a 07:00 horas, salvo los sábados, cuando no se aplicará la medida para facilitar la conciliación y la actividad económica.

Así, han remarcado que la consecuencia “más extrema” que puede ocurrir es que “algunos vecinos, principalmente los de las zonas altas y los que no tienen aljibe, se puedan ver afectados”, aunque han incidido en que al ser una bajada de la presión “no quiere decir que no tengan suministro”.

De forma paralela, el Consistorio ha acometido este lunes la derivación de la toma de agua en la zona alta del Recinto Ferial, con el objetivo de hacer una redistribución más efectiva de los caudales y paliar las consecuencias que pueda tener la reducción de la presión del caudal.

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