Turismo

Hundidero-Gato, la gran oferta natural que prepara la Serranía

  • Benaoján y Montejaque están acometiendo mejoras para hacer accesible la zona y ampliar la zona visitable

Entrada a la cueva por Hundidero

Entrada a la cueva por Hundidero / Javier Flores (Montejaque)

El complejo Hundidero-Gato es una de las grandes joyas naturales de la Serranía de Ronda, a lo que se añade el atractivo del frustrado pantano de Montejaque. Una mega infraestructura de su época que fue derrotada por la naturaleza y que la tecnología existente en el momento de su construcción no fue capaz de poner en funcionamiento sin que perdiese el agua que estaba destinada a embalsar.

Ahora, y casi de forma paralela, tanto en Montejaque como en Benaoján se están desarrollando proyectos para la puesta en valor de este paraje que está llamado a convertirse en uno de los grandes atractivos para visitar la Serranía de Ronda.

Lago situado junto a la entrada a la Cueva del Gato. Lago situado junto a la entrada a la Cueva del Gato.

Lago situado junto a la entrada a la Cueva del Gato. / Javier Flores (Benaoján)

La última novedad en estos proyectos es la aprobación por parte de la Diputación de Málaga de la subvención que permitirá reponer la pasarela de acceso a la Cueva del Gato (boca de la cavidad situada en Benaoján) salvando el río Guadiaro y que fue destruida por la última gran crecida que se produjo en la zona.

Salvado este escollo, y tras muchos meses de espera debido a los aspectos técnicos que se tenían que solventar para evitar que nuevamente sea derribada por el agua, desde el Consistorio esperan que se puedan comenzar los trabajos para reponer esta infraestructura en las próximas semanas.

Además, la alcaldesa de la localidad, Soraya García, confirmó que se había retomado con la institución supramunicipal la totalidad del proyecto para la puesta en valor del entorno, un proyecto que incluye el adecentamiento de las zonas de estacionamiento y también la accesibilidad entre 200 y 250 metros de la cavidad que acoge a una de las mayores colonias de murciélagos de Europa. Y es que en la actualidad se encuentra cerrada la subida hasta la entrada de la cueva, por lo que tan solo es accesible el espacio situado entorno al lago que forma el agua del río Guadares una vez que sale del interior de la cavidad.

Precisamente, este espacio fue el primer punto de actuación, dotando al mismo para el verano de control de acceso, servicios de vigilancia, aseos, papeleras y hasta una zona de sombrillas. Y es que se trata de una paraje de visitan miles de personas cada año y que ahora pretende potenciarse con las nuevas actuaciones.

Mientras tanto, en la zona de Hundidero (situada en Montejaque) también han comenzado los primeros trabajos para el acondicionamiento de este entorno natural para hacer más cómoda y atractiva la visita.

Camino que conduce hacia la entrada de Hundidero Camino que conduce hacia la entrada de Hundidero

Camino que conduce hacia la entrada de Hundidero / Javier Flores (Montejaque)

En estos momentos se encuentran muy avanzados los trabajos para crear un aparcamiento junto al camino de entrada, vía sobre la que también se está actuando, aunque las lluvias de las últimas semanas han provocado algunos daños sobre algunas partes del carril que ha sido reparado con zahorra compactada.

Además, también se encuentra ya colocada la nueva señalización con los caminos disponibles en el espacio e información sobre el espacio y su historia.

A ello se suman trabajos para acondicionar el camino que conduce hasta la entrada a la Cueva de Hundidero, una vereda de casi 500 escalones que serpentea por la pendiente al filo del cortado hasta llevar al visitante hasta la impresionante entrada del complejo que se oculta casi hasta el último momento para dar una mayor impresión a aquellos que nunca lo han visitado. Un camino que permite contemplar durante el descenso a la importante colonia de buitres de la zona a pocos metros de altura y el paisaje de montañas que rodea el paraje.

Una vez culminado el descenso se descubre la entrada a la cueva con decenas de metros de altura y que convierten al visitante en una especie de representante del país imaginario de Liliput. Una magnitud que puede apreciarse en los primeros metros gracias a las luz de la gran boca de entrada, aunque a pocos metros se aprecia el profundo negro que esconde uno de los parajes naturales más espectaculares de la península y que en el pasado se podía recorrer gracias al camino que construyeron los obreros de la presa para tratar de acabar con las fugas que sufría. Hoy en día el acceso se encuentra restringido y es necesario contar con un permiso especial de la Junta de Andalucía para realizar la travesía. Incluso las empresas de turismo activo siguen teniendo prohibida su entrada.

Visitantes sobre el muro de la presa de Montejaque Visitantes sobre el muro de la presa de Montejaque

Visitantes sobre el muro de la presa de Montejaque

A este espacio creado por la naturaleza se une la presa de los Caballeros que se ubica a escasos metros de allí y que se contempla durante el descenso. Sus desagües, el muro principal o las señalizaciones sobre su nivel siguen aguantando el paso del tiempo. Precisamente, ahora se están realizando trabajos de acondicionamiento para hacer visitable el recorrido que permite caminar por el muro de la presa y, aunque sigue estando el cartel que anuncia que está todavía prohibido el paso, ya son muchos los visitantes que se adentran en el mismo para contemplar el paisaje.

Son las primeras actuaciones de un proyecto mucho mayor que busca también recuperar parte del lago del pantano crear una amplia zona de ocio .

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios