El despacho GVA&Atencia del que es abogado y socio Ramón Gómez-Villares Perez-Muñoz asiste a casi un centenar de familias propietarias de vivienda en el no urbanizable. Muchas son de la Axarquía, pero también las hay de Granada y Almería. Entre ellos no sólo se encuentra extranjeros que llegaron a Andalucía a disfrutar de la tranquilidad, también hay un gran número de españoles.

-¿Qué va a suponer para los ciudadanos con viviendas irregulares la modificación de los tres artículos de la LOUA?

-Todavía hablamos de un anteproyecto pero hay que pensar que éste va a dar salida a numerosas viviendas ilegales que se verán incluidas en un marco jurídico que les permitirá regularizarla. Será cuando tengamos el proyecto definitivo y la ley aprobada cuando sabremos definitivamente en qué queda eso.

-¿Cree que es suficiente para ordenar el caos del no urbanizable?

-Todo va a depender de la voluntad de los políticos. Hay voces que aseguran que los ayuntamientos tendrán un plazo de dos años para clasificar e identificar parcelas y viviendas. Si no lo hacen, la Junta cogería las competencias. A mí eso me da miedo porque en el decreto 2012 también se daba un plazo de dos años, y sólo lo han cumplido 37. Son municipios pequeños sin personal ni capacidad económica para hacerlo y no creo que sea bueno que esas competencias se las quede la Junta porque no conoce la realidad de ese municipio. Tampoco puede ser que presentemos un expediente en un Ayuntamiento y tarde un año y medio. Ni que mientras se resuelve no se pueda contratar ningún suministro.

-De nuevo, la falta de agilidad de la administración

-Absolutamente. No sólo por parte de la administración sino también por las empresas de suministro. Como abogado me estoy encontrando que éstas ponen muchas pegas a la hora de la contratación de estos servicios. Y esto es porque la licencia de primera ocupación que en su día se dio ha sido revisada de oficio y declarada nula. Existe un artículo en el decreto recogido de forma muy ambigua que contempla que una vez que se inicie el Dafo, el ayuntamiento tiene que conceder autorización para todas esas obras necesarias que permitan que la vivienda tenga habitabilidad. El problema es que los ayuntamientos, como muchos de ellos, han sido investigados, no quieren dar ni un solo papel. Es incomprensible que se puedan arreglar las escrituras y no tengan ni luz ni agua porque no se les obliga a la empresas de suministros a ello. Ahora explícaselo a un señor de 65 años de Birmingham.

-¿Cuáles son los casos que no tienen solución?

-Todos aquellos que tengan un expediente iniciado o aquellas que están situadas en un lugar de especial protección. Cuando hablamos de expedientes iniciados nos referimos a los que haya tramitado la administración, no hace falta que hayan llegado al juzgado.

-¿Cuándo ha empezado realmente el proceso de regularización?

-El problema es que se aprobó en 2012, y todavía no ha habido voluntad política de aplicarse. Nosotros lo hemos iniciado porque hemos tenido informes del Consejo Consultivo, ahora con la aprobación del anteproyecto pensamos que se va a poder agilizar mucho más. La Junta tiene una presión brutal sobre la mesa porque son muchísimas viviendas y muchos extranjeros hablando mal de la marca España. Para mí es muy complicado decirle a un británico de 60 años que su licencia de obra firmada por el Ayuntamiento no sirve para nada.

-¿La regularización posibilita la venta de las viviendas en un futuro?

-Sí. La vivienda se puede transmitir, sólo que tiene la afección del Dafo pero eso le da más seguridad porque ya no es ilegal. Las consecuencias serán muy positivas para la economía ya que permitirá la salida al tráfico jurídico de esas viviendas que antes no podían porque eran ilegales.

-Y sobre todo, ofrece tranquilidad a sus propietarios para disfrutar de sus casas

-Cuando conoces las historias personales son tremendas. Yo conozco a un británico que enfermó, imagínate que los ahorros de toda tu vida se convierten en nada y encima pierdas tu patrimonio. Gracias a la modificación del decreto se van a beneficiar mucha más familias ya que antes estaba limitado a un determinado número de viviendas y asentamientos. Se han dado cuenta que excluía a muchos. En Marbella es más fácil regularizar bloques, que en la Axarquía donde son viviendas aisladas. Aquí la mayoría residen de forma permanente, y allí había mucho de especulación. Es otro público, generalmente, matrimonios que vienen a retirarse y que se introduce en la vida local.