La empresa Aguas de Torremolinos y la Universidad de Málaga (UMA) han renovado el convenio de colaboración que para seguir impulsando la Cátedra Ciencias del Litoral, de la que la gestora del ciclo integral del agua continuará siendo mecenas, según ha informado este lunes el Ayuntamiento. 

La empresa, de la mano del Ayuntamiento de Torremolinos, refuerza de este modo su firme compromiso con el medioambiente y consolida sus alianzas con el ente público con el fin de profundizar en el estudio de los problemas fundamentales que afectan a las playas del municipio y poder ofrecer soluciones innovadoras a los mismos. 

El acto de firma se ha producido en la Sala de Rectores de la UMA con la presencia del gerente de Aguas de Torremolinos, Gustavo Calero, del vicerrector de Investigación y Transferencia, Juan Teodomiro López Navarrete, y del director de la cátedra, Francisco Franco Duro. 

Calero ha destacado la apuesta de Aguas de Torremolinos por una plataforma que permite a la empresa dar continuidad a su estrategia medioambiental, subrayando que “es muy importante fomentar este tipo de iniciativas, que nos permiten continuar reforzando nuestra alianza con una entidad pública de reconocido prestigio como es la Universidad de Málaga”. 

Con la misma, ha remarcado compartir un objetivo común como es “proteger nuestro entorno a través de la ciencia y la innovación, contribuyendo al desarrollo de un turismo más sostenible y al cumplimiento de la Agenda 2030”, ha indicado. 

La Cátedra Ciencias del Litoral, que se puso en marcha en el año 2019, nació con el objetivo de dotar de herramientas a los gestores de las distintas administraciones públicas con competencias en materia de playas para la búsqueda de la excelencia en la calidad del litoral. Así, bajo el prisma de la ciencia, se abordan temas como la llegada masiva de medusas, la calidad del agua y la arena o los microplásticos. 

Esta cátedra forma parte de la Red de Cátedras del Agua, un proyecto impulsado por el grupo Agbar y una decena de universidades que pretende convertirse en un polo de intercambio de conocimiento y gestión de la inteligencia colectiva, contribuyendo así a una transición ecológica y justa desde el ámbito del agua y el medioambiente.