En una iniciativa por preservar la integridad del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, el Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), ha vuelto a denunciar la "preocupante situación" derivada de la masificación de autocaravanas, campistas y okupas en este espacio natural protegido.

GENA, cuyo compromiso con la conservación del medio ambiente ha sido evidente en acciones previas, ya alertó sobre esta problemática el año pasado. En esta ocasión, su voz se alza nuevamente para señalar la llegada paulatina de autocaravanas que "dan la impresión de estar coordinadas", ocupando el paraje como si fuera un "Nomadland invernal".

Las observaciones de GENA indican que estas autocaravanas provienen de diversas regiones, incluyendo la Alpujarra, y se estima que su número alcanza alrededor de medio centenar. "Este aumento constante de ocupantes en el área protegida representa un desafío considerable para la biodiversidad y la integridad ambiental del paraje", comparte el gabinete.

Además de las autocaravanas, GENA documenta la presencia de campistas instalados bajo los pinos en la zona de Las Alberquillas, así como una comunidad de okupas en los restos de una vivienda abandonada en la misma área. Según los ecologistas, estos ocupantes no se limitan a estancias puntuales, sino que mantienen sus presencias de manera indefinida, infringiendo las normativas que prohíben la pernocta en el paraje natural.

Vivienda abandonada del paraje

La denuncia de GENA también resalta una serie de problemas derivados de la presencia masiva de estos visitantes, incluyendo el estacionamiento inapropiado en la antigua carretera N-340, la destrucción de la señalización de prohibición de pernoctas, vertidos de basura de diversa índole, pisoteo de la vegetación circundante, hogueras de leña con riesgo de incendio, pesca con caña afectando la biodiversidad marina y ruidos perturbadores generados por la comunidad.

Una garrafa de aceite vertida en el paraje

Ante esta situación, GENA ha presentado nuevamente una denuncia ante las autoridades, solicitando medidas concretas para restablecer el orden en la zona. Entre las recomendaciones, se destaca la colaboración con la Guardia Civil y la Policía Nacional para expulsar a los ocupantes, la reinstalación de la señalización de prohibición, el suministro de cepos para imponer multas, la construcción de barreras físicas para limitar el acceso de autocaravanas, entre otras acciones.

El gabinete espera que estas medidas contribuyan a frenar la degradación progresiva del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo y confía en que la administración tome acciones efectivas para proteger este espacio natural.