La Axarquía se encuentra inmersa desde hace meses en una durísima batalla contra la sequía. En los últimos años, esta zona costera ha experimentado un preocupante déficit de precipitaciones que ha afectado no solo a la agricultura y la disponibilidad de agua, sino también al bienestar de sus habitantes.

El director del Centro Meteorológico de Málaga, Jesús Riesco, considera que la comarca se ha a enfrentado periodos secos a lo largo de su historia, pero lo que diferencia la situación actual es la intensidad y la duración. No solo la Axarquía sufre, sino toda la provincia de Málaga. "Parece que los patrones climáticos han conspirado para dejar a la provincia en una situación delicadísima", declara Riesco.

El director del Centro Meteorológico de Málaga explica que las zonas que reciben más lluvia suelen estar mejor ubicadas geográficamente y esto explica por qué algunas partes de Málaga registran más precipitaciones que la Axarquía. Además, en esta comarca existen condiciones meteorológicas y prácticas humanas que contribuyen a la escasez de agua, agravando aún más la situación.

Según Riesco, la magnitud de la sequía es tal que se requeriría un volumen significativo de precipitación para hacer frente a este déficit. En los últimos años, desde 2019 hasta 2022, Málaga ha experimentado un déficit de precipitaciones a nivel provincial, y la Axarquía ha compartido esta situación. En 2023, hasta la fecha, las precipitaciones habían sido apenas la mitad de lo que se considera normal.

En un intento por estimar la cantidad de lluvia necesaria, Riesco asegura que en muchas áreas sería necesario alcanzar aproximadamente los 400 litros por metro cuadrado, una cifra que supera ampliamente la media anual de precipitaciones en la comarca.

El factor más incierto en esta ecuación es el pronóstico del clima a corto plazo. Las previsiones meteorológicas en la Axarquía son difíciles de hacer debido a la variabilidad a corto plazo. El comportamiento de las lluvias puede cambiar rápidamente en cuestión de días y semanas.

Riesco señala que no se esperan cambios significativos en cuanto a la climatología en la comarca. "No se prevé un invierno especialmente lluvioso ni especialmente seco. Más bien, las expectativas apuntan a una situación dentro de lo que se consideraría normal". Sin embargo, para revertir la sequía, "es necesario un incremento sustancial en las precipitaciones, lo que aún es incierto".

Los datos en la Axarquía

La realidad que enfrenta la Axarquía es cruda. En lo que va del año 2023, la comarca ha registrado entre 120 y 150 litros por metro cuadrado, "cifras muy por debajo de lo necesario para mantener la agricultura y el suministro de agua", según el director. En algunas áreas, esto representa tan solo del 25% al 50% de las precipitaciones normales en comparación con el período de referencia de 1991-2020.

En definitiva, la Axarquía está viviendo una sequía prolongada y severa que amenaza la sostenibilidad de la provincia. Aunque las perspectivas meteorológicas a corto plazo indican una situación dentro de lo normal, es imperativo que se produzcan precipitaciones sustanciales para abordar el déficit acumulado en estos años.