La conocida como 'playa' del interior, pese a perder este año su bandera azul por la poca agua que acumula el pantano Conde del Guadalhorce, sigue manteniendo su tirón entre los amantes de las aguas dulces para mitigar los calores típicos del verano.

Aunque el pantano solo se encuentra al 22% de su capacidad y tiene extensas zonas sin agua, los visitantes siguen fieles a este destino y han acudido desde el inicio del verano a disfrutar de este paraje natural situado en Ardales y que es una de las puertas de entrada al Caminito del Rey.

“Nuestros principales clientes son extranjeros y siguen viniendo, el inicio del verano está siendo mucho mejor de lo esperado”, señalan los responsables de La Isla, una de las zonas recreativas que existen en el embalse y que cuenta con embarcadero para alquiler diferentes tipos de equipos de navegación o para realizar actividades acuáticas. “Lo único que no hemos podido instalar este año es el castillo en el agua porque no hay la profundidad suficiente, el resto está funcionando con normalidad”, señalan.

Bañistas en una de las zonas recreativas habilitadas

Una prueba de que la afluencia no se redujo fue la importante cantidad de hidropedales y tablas de paddle surf que se encontraban en el agua durante la visita de este periódico a este paraje el pasado lunes, un día que, pese a ser periodo vacacional, no está dentro de los que suelen registrar una mayor afluencia y que suelen coincidir con los últimos días de la semana.

Eso sí, en las zonas recreativas han tenido que cambiar los puntos para situar los embarcaderos y ahora hay que recorrer una mayor distancia para llegar hasta el agua, aunque los bañistas aseguran que “está muy bien y muy clara”.

Entre los visitantes de origen nacional hay muchos que acuden a la realizar el recorrido del Caminito del Rey y posteriormente aprovechan para pasar el resto de la jornada en el pantano. “Venimos de Málaga, hemos hecho el Caminito del Rey y estamos aprovechando para bañarnos”, explica otra familia.

Numerosos hidropedales navegando en el pantano.

Mientras tanto, los visitantes que llegan desde fuera de nuestras fronteras son bastante fieles al paraje, como es el caso de Tom, un ciudadano británico que asegura que casi todos los años vuelve a esta playa de interior. “Me gusta mucho este lugar rodeado de naturaleza y con una agua estupenda, aunque este año está bastante más bajo de lo habitual”, explica.

Por su parte, en el restaurante El Kiosko también reconocen que el verano está funcionando razonablemente bien a pesar de las perspectivas. “La verdad es que hasta el momento va bastante bien”, dice Fernando Hidalgo, que recuerda que ya en el año 1995 se produjo una situación similar cuando en agosto el pantano se quedó prácticamente vacío. “Metieron una barca y las hélices daban en el suelo”, recuerda.

No obstante, considera que en estos momentos para ellos la situación no es la misma, ya que ahora la existencia del Caminito del Rey hace que lleguen muchos más visitantes, más allá de aquellos que lo hagan atraídos por este pantano de aguas turquesas y cristalinas con abundante vida en su interior