En los últimos días los vecinos de La Cala del Moral se han visto sorprendidos por la aparición en masa de una especie marina a lo largo de toda la orilla de la playa. Se generaron diversas teorías entre ellos, algunos las describían como pequeñas bolsas de plástico con agua en su interior, mientras que otros las asociaban con crías de medusas por su textura y su forma. Sin embargo, según Charlie Sarria, biólogo marino, esta presencia no es tan inusual como podría parecer a simple vista.

"Estamos observando a lo largo de la orilla y costas en estos días de buen tiempo una serie de organismos que los ciudadanos describen como plástico, gelatina, aliens y otros nombres. Sin embargo, estos siempre han estado en el mar y no resulta extraño cuando las condiciones son propicias", explica Sarria.

Estos organismos son salpas, clasificados dentro de la clase de los taliáceos, pertenecientes al grupo de los urocordados, animales que representan ancestros de los vertebrados. El biólogo también indica que estas criaturas son inofensivas para los seres humanos.

Las salpas se alimentan del fitoplancton, compuesto por organismos acuáticos autótrofos como algas y cianobacterias, utilizando sus sifones para bombear agua a través de sus bandas musculares.

¿Por qué esta proliferación masiva?

El biólogo marino relata que en estos días ha habido vientos de poniente y el característico terral en Málaga y sus alrededores. Estos vientos desplazan el agua superficial, que es reemplazada por aguas más frías pero más nutritivas provenientes de las profundidades marinas. Estas aguas transportan consigo el fitoplancton, alimento principal de las salpas.

Este cambio repentino en la disponibilidad de alimento ha provocado un rápido crecimiento de las salpas en sus fases sexuales y asexuales. Esto ha llevado a la formación de grandes agrupaciones de estos organismos, donde se puede distinguir en su cuerpo gelatinoso y transparente una masa visceral de tonalidad más oscura.

Estos eventos, aunque sorprendentes, desempeñan un papel crucial en el ecosistema marino. Las salpas, además de alimentarse de fitoplancton, son consumidas por peces típicos del litoral. Además, los residuos orgánicos resultantes de su ingestión pueden llevar carbono hacia el fondo del mar, contribuyendo a su fijación, un aspecto relevante en la lucha contra el cambio climático.

Sarria invita a los habitantes de Málaga a disfrutar de este fenómeno natural y a observar con admiración la diversidad del reino animal. Asimismo, hace hincapié en que no hay motivo para preocuparse, ya que las salpas no representan ningún peligro para los seres humanos.