Eventos

Finalizan los 101 kilómetros de la Legión

  • Decenas de corredores llegaron al filo de las 24 horas tras pasar una dura noche en el tramo final del recorrido

Marchadora rompe a llorar tras cruzar la meta muy cerca de las 24 horas.

Marchadora rompe a llorar tras cruzar la meta muy cerca de las 24 horas. / Javier Flores (Ronda)

Los 101 kilómetros de la Legión han echado el cierre a la edición de 2022 tras dos años sin poderse celebrar a causa de la pandemia. Un final que, como siempre ocurría, estuvo lleno de emociones, sentimientos y esfuerzo para llegar a la meta, situada en la Alameda del Tajo antes de que se cumpliesen las 24 horas marcadas por la organización para completar el recorrido.

Una llegada en la que se derramaron muchas lágrimas y se repitieron los abrazos tras conseguir un objetivo que muchos de los que llegaron al límite del tiempo establecido pensaron que no lograrían. Incluso hubo un pequeño grupo de corredores que entraron en una franja de tan solo dos minutos después del cierre de la meta, aunque recibieron el cariño del público que se congregó hasta el último momento para animar a los marchadores.

Marchador al límite de sus fuerzasre corriendo a los últimos metros Marchador al límite de sus fuerzasre corriendo a los últimos metros

Marchador al límite de sus fuerzasre corriendo a los últimos metros / Javier Flores (Ronda)

La entrada durante la mañana del domingo es uno de los momentos más emotivos. Allí, cientos de personas en los alrededores de la meta se congregan para aplaudir y animar a los que llegan ya con sus fuerzas tan al límite que incluso teniendo la meta a escaso metros todavía dudan si podrán conseguirlo.

Atrás quedaron 101 kilómetros en los que durante la jornada del sábado el calor fue el gran enemigo a superar hasta que llegó la noche en la comarca rondeña. No obstante, la bajada de temperaturas se dejó sentir y las bebidas y comidas calientes eran las más buscadas en los avituallamientos.

Bajada del camino empedrado de la ermita de Montejaque. Bajada del camino empedrado de la ermita de Montejaque.

Bajada del camino empedrado de la ermita de Montejaque. / Javier Flores (Montejaque)

Se vivieron momentos muy duros en la subida y bajada a la ermita de Montejaque, donde su empedrado hizo mella en unas ya cansadas piernas de los corredores, tras lo que tuvieron que afrontar la subida al Hacho y la posterior cuesta hacia el Puerto de la Muela antes de afrontar los últimos kilómetros en pendiente hacia Ronda desde la Hoya del Tajo, conocida popularmente como la Cuesta del Cachondeo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios