El paso de vehículos por el Puente Nuevo no deja de crear polémica en Ronda. La presencia de gran número de peatones que acuden a ver el principal monumento de la ciudad y el hecho de que sea un importante eje de circulación de vehículos entre el centro de la ciudad y el casco antiguo hace que registre una saturación a la que, hasta el momento, no se encontró una solución que satisfaga a todos.

La restricción de la circulación durante cuatro horas al día implantada por el anterior Gobierno municipal generó un gran rechazo en zonas como el barrio de San Francisco o La Planilla, lo que hizo prometer a la actual alcaldesa, María de la Paz Fernández, que levantaría dichas restricciones si llegaba a la Alcaldía, algo que terminó haciendo. No obstante, se mantuvo la prioridad peatonal en este eje, aunque, en la práctica, pocos conductores la respectan y es habitual verles pitando y recriminando a los peatones que no utilicen los acerados.

El actual Gobierno municipal planteó la creación de un vial alternativo al eje Puente Nuevo-Armiñán que discurriría entre el barrio de San Francisco y la urbanización Cruz de San Jorge, tras abandonar la idea inicial de llevar el tráfico hacia el barrio de Padre Jesús. No obstante, se mantiene la promesa de no cerrar el paso de vehículos aunque se construya esta nueva vía de comunicación.

Acogido con buenos ojos en las barriadas que rechazan cerrar el tráfico sobre el Puente Nuevo, el proyecto no gusta a algunos vecinos de Padre Jesús y La Ciudad, a los que residentes de otras zonas para crear una plataforma contra este vial y que busca conservar en paisaje del entorno del Arroyo de las Culebras.

Los integrantes de la plataforma consideran que “la llamada circunvalación sur no está justificada ni respaldada por ningún estudio ni plan basado en criterios objetivos sobre movilidad”.

Además, se considera que “se encuentra muy próxima a una circunvalación ya existente con un recorrido, que puede ser ampliada y mejorada”

Por otra parte, desconfían de que la intención final no sea introducir parte del tráfico por el barrio de Padre Jesús, al tiempo que no consideran lógico que esta barriada junto a San Rafael y Cruz de San Jorge tengan que absorber el tráfico de la actual circunvalación.

“Su construcción generaría un efecto llamada que haría que no sólo los miles de vehículos que diariamente pasan por el Puente Nuevo transiten por ella, sino que parte de los que hoy usan la circunvalación se verían atraídos por esta nueva vía también”, afirman desde la plataforma. 


Una actuación que también consideran que provocaría un “destrozo paisajístico, contaminación ambiental, lumínica y acústica” que consideran que afectaría negativamente a la calidad de vida de los vecinos de estas tres barriadas.

Finalmente, se muestran convencidos de que dicha actuación esconde un “pretexto” para urbanizar toda la zona.