Catas de aceite cargadas de historia en Ronda
Molino del Arco recupera una elaboración que data de 1967 y realizará diferentes experiencias de oleoturismo
Catas de vino en Ronda entre dulces navideños y con las manos en la masa
Ronda cuenta en la actualidad con un potente sector de enoturismo tras la recuperación de la producción de vino allá por los años noventa. Más de una veintena de bodegas ofrecen un amplio abanico de experiencias con las que poder conocer los reconocidos vinos de la Serranía.
Tras ello llegó La Almazara, un proyecto que se ubica en un edificio creado por el reconocido diseñador internacional, Philippe Starck, y que, inspirado en el mundo vitivinícola, decidió apostar por dar a conocer otro de los grandes sectores agrícolas de la zona como es el aceite.
En su interior, más allá de las obras de arte creadas por Starck, el propio edificio lo es, se pueden encontrar un recorrido por el mundo del aceite de oliva desde sus inicios hasta la actualidad, pasando por la historia de la Ciudad del Tajo.
Precisamente, en este último apartado hay una clara referencia a los protagonistas de este reportaje: el primer molino de aceite de la comarca del que se tiene constancia escrita datado en 1767 y que era conocido como Molino del Arco.
Propiedad de la familia Clavero, su historia se remonta mucho antes, en concreto a 1485, cuando Diego Clavero, capitán de artillería del Rey Católico, resultó beneficiado en el reparto de la ciudad, entre otras propiedades, con una heredad de olivar y viñedos localizada en la vega del río Guadalcobacín.
Desde entonces la familia ha mantenido el cultivo del olivar y, aunque el molino dejó de usarse y hoy forma parte de las instalaciones del hotel de cuatro estrellas en el que fue reconvertido el cortijo andaluz original, hace unos años sus propietarios decidieron recuperar la producción de aceite a base de las aceitunas de la propia finca.
Ahora, tras años en los que la producción se ha quedado solo para amigos de la familia y algún pequeño punto de venta en el exterior, han decidido apostar por este sector y lanzarse a la venta de este aove producido a base de aceitunas hojiblancas, una variedad poco presente en la zona, y darlo a conocer mediante catas de aceite. Una experiencia sensorial en la que poder aprender a diferenciar los aromas, los posibles defectos y también el gusto, tan importante en el llamado oro líquido.
De la mano de Priscila Torielli los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la historia del mundo del aceite rondeño en primera persona, para lo que también han creado diferentes experiencias. Todas ellas incluyen la cata y degustación del aceite con diferentes productos, como puede ser la sal negra o el tomate. "Si piensas en el Molino automáticamente se me vienen a la cabeza tradición, legado, familia y tierra", señala Torielli.
De hecho, para aquellos que quieran vivir una auténtica inmersión en el terruño existe la posibilidad, incluso, de comer en mitad del propio olivar de la finca. En concreto, la cata Olivo Viejo incluye un picnic en los olivares con cata guiada
Mientras tanto, los que deseen unir los dos mundos agrícolas de la Serranía también pueden realizar una cata con maridaje de aceite y vinos de Ronda. A ello se suma la que se realiza en el antiguo salón familiar que está dentro del hotel.
Tomate, cítricos y aceite unidos por Véronique Gladstohe
Además, los responsables de oleoturismo del hotel también están trabajando en realizar experiencias especiales en las que combinar tomates, cítricos, aceite y comida. Para ello prevén contar con Véronique Gladstohe, toda una conocedora del mundo del aceite y el tomate que realiza los clubs de experiencias en algunos de los clubs y hoteles más destacados.
Un tipo de experiencias que comenzó a realizar allá por el año 2007 cuando la revista Telva le hizo el encargo de representar España en París para sus clientes de moda más importantes. "En aquel momento elegí presentar el aceite español porque las referencias en Francia era de los aceites italianos, yo quería demostrar que España se defendía mucho en el mundo del aceite", explica. A partir de ese momento lleva a cabo experiencias de este tipo por diferentes puntos para explicar las características de los diferentes aceites y los mejores usos que pueden tener cada uno de ellos.
Un amor por el aceite que unió a los tomates tras conocer al aristócrata francés Louis Albert de Broglie ,que cultiva 750 variedades, por lo que decidió unir ambas pasiones en sus experiencias únicas. Una de ellas creada en Marbella Club, espacio en el que diseñó un pequeño jardín a base de diferentes variedades de tomates y que utiliza la madera de castaño de la Serranía para formar los triángulos sobre los que crecen y descansan las tomateras cuando se encuentran en plena producción.
"Queremos hacer con ella este tipo de experiencias con nuestro aceite, que es muy especial en cuanto a picor sabor a tomatera verde o alcachofa, combinado con diferentes tipos de tomates y cítricos", explica Fernando López Barrau, responsable de este proyecto.
"Nuestro aceite tiene la peculiaridad de que procede de aceituna hojiblanca de la que no hay mucha presencia aquí, y que, por la climatología de Ronda, produce un aceite con más picor del habitual que se nota en el retrogusto y no en el primer momento, es un aceite con personalidad pero que no es invasivo", explica López.
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