Unos joyeros de Ronda pasan la noche en su negocio porque la persiana no funcionaba

"Ha sido una madrugada muy larga", aseguran los propietarios de la Joyería Granados

Apagón en Ronda, en imágenes

Jesús Granados sentado en la silla y junto a la radio que le han acompañado toda la noche.
Jesús Granados sentado en la silla y junto a la radio que le han acompañado toda la noche. / Javier Flores

Ronda/Jesús Granados y sus hermanos han pasado la noche del apagón haciendo guardia en uno de los dos locales que Joyería Granados, un histórico comercio local rondeño, tiene en la Carrera Espinel. A la hora de cerrar la electricidad seguía sin llegar y el sistema manual de la persiana de seguridad no funcionaba. "Teníamos la esperanza de que viniese la luz", relata hora. Aunque la electricidad no regresó y entonces decidieron montar su particular equipo de vigilancia armados con unas linternas, una radio, un par de sillas y mucha paciencia para pasar una noche que ha renocido "ha sido una noche muy larga".

"Al ver que no volvía la luz decidimos pasar la noche aquí los hermanos", explica Jesús, que también agradece la importante presencia policial en la zona durante toda la madrugada. "Los coches de la Policía no han dejado de pasar", señala.

La noche ha sido larga y han tenido tiempo para casi todo, reconocen. Prolongadas tertulias, algunos silencios y la compañía de la radio que recibían en su transistor a pilas que todavía esta mañana permanecía en uno de sus mostradores. "Hemos ido escuchando durante toda la noche cómo estaba aumentand el porcentaje de zonas que recuperaban la luz y cuando dijeron que estaba al 99% pensamos que cuándo nos toca a nosotros", señala Jesús. Pese a las versiones oficiales sobre la recuperación de la normalidad a las tres de la madrugada, la gran mayoría de la ciudad estuvo sin electricidad hasta las 7:30 y algunas zonas no han llegado a recuperar el servicio hasta pasadas las 9:00 horas.

"No hemos pasado miedo más allá de algún pequeño sobresalto provocado por alguna persona que se acercaba a la puerta", señala Jesús. Eso sí, también han vivido la coche del gran apagón de una forma directa. "Veíamos a la gente pasar con sus linternas paseando a sus perros y vecinos que se han visto en la misma situación", asegura.

Eso sí, pasadas unas horas y tras comprobar la importante presencia policial y la tranquilidad de la noche, decidierom, hacer turnos y poder dormir algunas horas cada uno.

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