Repoblación, pequeños milagros en la Serranía de Ronda
Jimera de Líbar y Benarrabá recuperan habitantes mientras Benaoján resiste y consigue pequeñas ganancias
Fiscalidad especial y mejora de las comunicaciones, dos reivindicaciones contra la despoblación en la Serranía de Ronda
La Serranía de Ronda ha sido una de las zonas de la provincia de Málaga que más sufre los efectos de la despoblación en la provincia. Durante años sus municipios no han dejado de perder población y muchos de ellos se encuentra por debajo de los 500 habitantes. La comarca también tiene el dudoso honor de tener al municipio malagueño con menos habitantes, Atajate.
Dentro de esta situación, provocada por la falta de ofertas de empleo y unas pésimas comunicaciones por carretera y ferrocarril, existen pequeños milagros que han conseguido recuperar algunos de los vecinos perdidos en el pasado tras años de implantar medidas para intentar revertir la situación. Jimera de Líbar y Benarrabá son dos de los ejemplos más destacados de repoblación entre los pequeños municipios. En el primero de los casos llegado a temer bajar de los 300 habitantes hace unos años, aunque ahora celebrar ir hacia los 500 y haber alcanzado los 450 habitantes. Por su parte, en Benarrabá también perdieron buena parte de su población y ahora también celebrar rozar el medio centenar de residentes con 494.
Los responsables de ambas localidades han coincidido en señalar que el secreto de este éxito está en las medidas especiales que han impulsado desde los ayuntamientos para tratar de hacer sus localidades más atractivas para las empresas y conseguir tener una oferta de empleo público que ayude a los vecinos y hacer que sus municipios se encuentren en perfecto estado de revista.
En este sentido, el alcalde de Jimera de Líbar, Francisco Lobo, ha explicado que en su municipio la gran mayoría de las obras públicas se ejecutan directamente por el Consistorio haciendo posible dar empleo a los vecinos con buenos sueldos. Además, el plan de empleo que tienen aprobado el Ayuntamiento también permite la contratación de jardineros o limpiadoras que van rotando en esos puestos.
A ello se suma un programa para alquilar a bajos precios las instalaciones públicas para que sean gestionadas por familias que sean del municipio o se instalen en el mismo. "Los bares, el quiosco y el hotel salieron a subasta a un precio mínimo de 100 euros", ha explicado Lobo. Este hecho permite que todos ellos se encuentren abiertos y apoyen al sector de turismo que en esta pequeña localidad enclavada junto al río Guadiaro cuenta con 600 plazas de alojamiento.
Otro de los secretos de este municipio es que conserva dos industrias cárnicas que también emplean a un considerable número de vecinos en comparación con su población.
"A todo ello se suma que el pueblo está precioso, hay mucha gente a la que le encanta y han llegado a quedarse", ha asegurado Lobo. Además, el Ayuntamiento también restauró tres viviendas para alquilarlas a bajos precios.
Al otro lado de la comarca, en el Valle del Genal, Benarrabá también lleva años buscando incentivar atraer a vecinos con la implantación de programas de nómadas digitales o alquilar naves a 50 euros para que se instalen empresas o los vecinos se atrevan a emprender. A ello suman ahora la puesta en marcha de una comunidad energética que permitirá un ahorro en el recibo de la luz de entre un 50% y 60%. Para ello se han instalado placas solares sobre los tejados de diferentes edificios públicos e industriales. "Todavía no está en marcha y ya tenemos gente que se está empadronando para poder acogerse a estos beneficios", ha señalado el alcalde del municipio, Silvestre Barroso.
A ello también se une el embellecimiento del pueblo que está haciendo que vecinos que se marcharon en su momento regresen tras jubilarse buscando disfrutar de su tranquilidad y la naturaleza.
Y frente a estas pequeñas localidades se encuentra el caso de Benaoján, uno de los municipios de mayor tamaño tras la propia Ronda. En su caso es la industria cárnica vinculada al cerdo la que ayuda a fijar población. "Tenemos dos industrias importantes que cuentan con unos 100 empleados", ha señalado Guillermo Becerra. A ello se unen otras fábricas destinadas a las salazones.
Es por ello que consideran que el arreglo de la carretera que conecta al municipio con Ronda hará que siga siendo atractivo para estas empresas y para otras que pueden sentirse atraídas.
"Hemos conseguido mantener la población y crecer algo pese a que tenemos una población envejecida y se producen también defunciones", ha explicado el regidor.
Además, Becerra también cree que si se ejecuta una mejora de la carretera entre Ronda y la Costa del Sol, como se anunció hace varios años, ayudaría a que estas localidades puedan seguir siendo la residencia de los muchos vecinos que acuden a diario a sus empleos en el litoral.
A ello suman su atractivo turístico con recursos como la Cueva del Gato o la Cueva de la Pileta, junto al atractivo natural, que espera que ayuden a desarrollar este sector y también crear empleo. "Tenemos un gran potencial que podríamos desarrollar", ha señalado Becerra.
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