Ronda se cuela en la celebración de España: "Fue la caña de España"

Ronda se coló este martes en la celebración del triunfo de España frente a Francia que le dio el pase a la final de la Eurocopa. Entre los miles de aficionados que arroparon a La Roja durante el partido disputado en el Allianz Arena se encontraban dos rondeños, Manuel Guerrero y José Juan Morales, que llevan siguiendo al combinado español durante toda la competición con su bandera de España que tiene serigrafiada en su zona central el nombre de su ciudad.

Durante los partidos previos buscaban que sus paisanos les pudiesen identificar en las retransmisiones de televisión y pudiesen sentir que su ciudad estaba allí representada apoyando a la selección. "Nos han escrito muchos paisanos diciendo que nos habían visto", explica Guerrero, aunque nada parecido a lo que la suerte quiso que ocurriese tras disputa de la semifinal.

En los anteriores partidos se habían dado cuenta de que la bandera, aunque era grande, no era lo suficiente para que en las imágenes pudiese apreciarse con nitidez, por lo que decidieron hacerse con una de mayor tamaño.

En este encuentro habían acordado que "durante los himnos, en cada córner, en cada interrupción del partido, en cada gol y sobre todo, al final, nos pondríamos de pie en nuestros asientos y levantaríamos la bandera hacia arriba cada uno por una esquina a si con suerte la enfocaba la cámara y se veía bien que Ronda estaba en el estadio".

Pero la estrategia obtuvo su mejor resultado durante la celebración del triunfo y cuando los jugadores se dirigieron hacia la zona en la que se encontraban para hacerse una fotografía. "No tuvimos ni que hablarnos, nos subimos en los asientos, la cogimos, le dimos la vuelta porque con los nervios la teníamos al revés, y la levantamos bien arriba hasta que se fueron de allí", explica Morales.

En ese momento no sabían que el objetivo que llevaban buscando durante toda la Eurocopa se había convertido en viral. "Estábamos saliendo del estadio, cuando una amiga rondeña que vive en Milán, me envía un enlace del perfil oficial de la selección y allí estaba la bandera, además entre las cabezas de dos de los jugadores más queridos por la afición: Cucurella y Lamine Yamal.

Por después le llega la portada doble del diario deportivo Marca que también eligió esa foto para su portada a doble página y la que se puede ver perfectamente el nombre de Ronda junto a los jugadores españoles. A partir de ese momento se multiplicaron los mensajes y hasta la propia alcaldesa de la ciudad, María de la Paz Fernández, se hacía eco en sus redes sociales de la publicidad que había recibido la localidad gracias a estos dos rondeños. Curiosamente, ambos dedicados el mundo de la información y muy aficionados al fútbol. Eso sí, en los clubes cada uno sigue colores diferentes por España y Europa con el Betis y Atlético de Madrid como protagonistas.

Reconocen que ha sido "la caña" la repercusión que está teniendo su acción y se tienen orgullosos de que con este gesto también pueden contribuir a la difusión del nombre de su ciudad. "Ha salido el medio de todo, la verdad que tuvimos suerte con el sitio a la hora de ponerla", señala Guerrero.

"Lo de ayer y el partido contra Alemania fue una pasada", dice Guerrero, que se incluye entre los que tuvieron algo de miedo a que Francia pudiese llegar a empatar el partido.

La bandera que acompañó a España en toda esta competición también estará en la final, ya que han logrado conseguir entradas para poder asistir a la misma. Ronda volverá a estar allí presente.

Viaje inesperado

Un viaje acompañado al combinado nacional que no tenían pensado hacer, puesto que habían perdido la esperanza de adquirir alguna de las entradas que UEFA tenía previsto sortear para su venta. Fue entonces cuando Manuel Guerrero recibió un correo electrónico indicando que había disponibilidad y no dudó en comprarlas sin consultar a su compañero de aventura. "Sabía que no tardía ni un segundo en decir que sí", dice Morales.

A partir de ese momento comenzó su periplo por Alemania y lo que estaba previsto ser un partido ocasional se convirtió en costumbre al descubrir que aquellos que habían adquirido esas primeras entradas tenían preferencia para las siguientes. En ese momento decidieron coger sus vacaciones y continuar su particular ruta junto a La Roja.