Ronda mantiene su idilio con el turismo asiático

El idilio que tiene Ronda con el turismo asiático se mantiene desde hace décadas y no deja de crecer. Fácilmente distinguibles entre el resto de visitantes, son una imagen fija del casco antiguo rondeño y muy frecuentes en las proximidades de la plaza de toros, Puente Nuevo y el propio Tajo. Una imagen que choca a muchos foráneos, pero para los rondeños es algo habitual, de hecho, cuando por algún motivo disminuye su presencia, algunos hasta se preguntan qué estará pasando para que ahora no venga. Su desaparición durante la pandemia y su regreso fueron señales claras de que algo grave pasaba y que la normalidad comenzaba a regresar.

Tal es el volumen de visitantes que se reciben de esta zona del planeta que hay hasta restaurantes que se dedican casi en exclusiva a atenderlos, en especial, a los procedentes de Corea del Sur, que son los más numerosos. Este grupo presenta un caso curioso, y es que se dividen entre los que llegan en grupos organizados muy numerosos con sus guías que no pasan por la oficina de turismo, y aquellos que comienzan a llegar de libre en sus propios vehículos. Este hecho hace que, pese a que sean los más numerosos, las estadistas oficiales los ubican en segundo lugar.

Son los chinos los que más viajan hasta Ronda de forma individual, seguidos de los propios coreanos y japoneses. Todos ellos son fácilmente distinguibles por las calles de la ciudad, más allá de sus marcados rasgos físicos. Y es que en su mayoría suelen utilizar gorros, sombreros, mangas largas y paraguas para protegerse del sol. En algunos casos hasta forma interminables serpientes multicolor con el amplio abanico de colores de los que están hechos sus paraguas, en este caso, reconvertidos en protectores del sol.

Los

Poco amantes del sol y la playa, prefieren los destinos culturales y de rico patrimonio y gastronomía. Y es que, lejos de lo que se pueda pensar y aunque algunos grupos recurren a los restaurantes de comida asiática que existen en la ciudad (chinos, coreanos e hindúes,) la mayoría opta por restaurantes y bares en los que poder degustar comida tradicional andaluza. Entre ellos hay un plato como el rabo de toro que no puede faltar en el menú. A ello suelen sumar otros manjares locales como el cochinillo si está en carta.

No obstante, pese a su proximidad regional, sus gustos a la hora de comer son muy diferentes. "No tiene nada que ver lo que pide un cliente chino con uno japonés o un coreano", ha afirmado Tomás Mayo, responsable del restaurante Pedro Romero. Y es que en la mesa mantienen sus costumbres. "Los coreanos suelen compartir cuando vienen en parejas, los chinos aunque vengan en grupo y los japoneses, por norma general, cada uno pide su plato", ha explicado.

Tras este grupo principal se encuentra un abanico de turistas asiáticos procedentes de 25 nacionalidades diferentes, siendo indios e israelíes los más numerosos en este segundo escalafón, aunque llegan turistas de regiones Malasia, Kazajstan, Tailanda, Nepal o Vietnam. A ellos se comienzan a sumar en las estadísticas los países situados en las proximidades del Golfo Pérsico como Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Qatar, Irán o Irak, lo que viene a reflejar lo consolidado y conocido que es el destino Ronda fuera de las fronteras españolas.