Semana Santa

La 'Novia de Málaga' abre los cielos el Martes Santo

El Rocío en el Martes Santo de Málaga, en fotos

El Rocío en el Martes Santo de Málaga, en fotos / Javier Albiñana

El Rocío lo hizo posible. Salió el sol en Málaga. Las nubes del mediodía que dejaron alguna que otra gota por el barrio de la Victoria hizo que los malagueños miraran al cielo alarmados, pero el cielo volvió a salir. Así, tres minutos pasadas su hora de salida, las 15:03, las puertas de la Casa Hermandad del Rocío se abrieron para que los nazarenos morados y blancos empezaran a formar el cortejo.

Nuestro Padres Jesús Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario fue recibido con una ovación y al grito de “Viva el barrio de la Victoria, viva su Nazareno, viva Málaga, viva su pregonera y viva la Virgen del Rocío”, acompañado de la música de la Agrupación Musical de Campillos. Minutos después, después de decenas de nazarenos blancos, le siguió su madre, María Santísima del Rocío Coronada.

El blanco inundó las calles de Málaga y el olor a incienso se fue colando en todos los rincones de la ciudad a la espera de que la Novia de Málaga realizara su habitual estación de penitencia. Los nazarenos blancos avanzaron por calle Altozano abriendo camino a María Santísima del Rocío Coronada que les seguía a paso ligero con los sones de la Banda de Música que lleva su nombre. Pasadas las 17:00, los hermanos que vestían de morado alcanzaron la Tribuna de los Pobres, donde los malagueños llevaban horas esperando con alegría a que la Virgen del Rocío llegara un año más.

Pasito a pasito el cortejo fue avanzando hasta que la Tribuna de los Pobres enmudeció en el momento en que Nuestro Padre Jesús Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario, de la Cofradía del Rocío, asomó. Varias marchas seguidas y con un pulso en cada una de ellas, el Señor saludó a su pueblo malagueño que no dudó en aplaudirle y ovacionarlo en cada uno de sus movimientos.

La Novia de Málaga llegó unos instantes después a la Tribuna de los Pobres. Los malagueños no pararon de ovacionarla desde el primer momento en que observaron la cabeza de varal, ya que en ese instante iban a vivir un reencuentro. 

Málaga y su novia se reencontraron. Tras un año esperando por fin volvieron a mirarse a los ojos para expresar su devoción mutua. Un pueblo enmudecido y emocionado que solo podía aplaudir observó como su Madre les saludaba en la Tribuna de los Pobres. Encarnación Coronada y el Dios te salve María hicieron que los aplausos sonaran sin cesar. La mayor ovación llegó con el pulso. Hasta en tres ocasiones la Virgen del Rocío Coronada se alzó hacia el cielo soleado de Málaga que se abrió ante su llegada.

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