Las cofradías comienzan el periodo llamado “precuaresma”, una estación algo menos movida que la propia cuaresma donde se dan los primeros síntomas de los cofrades buscando la calle. La Semana Santa sigue evolucionando a pasos agigantados y creando nuevas formas de hermandad.

Durante los últimos años las cofradías han instaurado los ensayos en los meses previos a la Semana Santa, un formato que permite a los capataces hacer grupo, practicar y pulir aspectos durante la procesión. La principal ventaja de los ensayos es que los hombres de trono más jóvenes conozcan el paso de los tronos. La salida con el pie izquierdo, la mecida más lenta durante la marcha o el doble paso para aligerar la marcha.

El doble paso lo hemos podido ver en el ensayo que realizó la hermandad de Crucifixión en la mañana de ayer. Una cita a la que acudieron numerosos hombres de trono del Señor y ensañaron en la plaza principal del barrio El Ejido.

El capataz del trono, Jesús Pérez Pinto junto a su cuadrilla explicó el doble paso como una alternativa de aligerar el paso con el tambor de la banda. El doble paso consiste en duplicar la zancada, es decir dar dos pasos en el tiempo de uno. Los ensayos a parte de ser de ayuda para los más nuevos que se incorporan a los varales sirven para hacer forjar un buen grupo entre el equipo de capataces y los portadores. Otra hermandad que hemos podido ver ensayar fue Humildad y Paciencia.

La cofradía del barrio de la Cruz de Humilladero sacó el trono de su titular mariana a la calle gracias a la gran afluencia de portadores que recogió la convocatoria de ensayo. Los ensayos o pruebas de tronos no son ninguna copia de otras ciudades ni ninguna sandez, son ejemplos del claro desarrollo de las cofradías hacía la mejora y adecuación a los tiempos actuales. Un buen trabajo durante el año de la cofradía y equipo de trono con los portadores es el reflejo del éxito día de la procesión.