Miércoles Santo en Málaga: Salesianos, cumbre cofrade de Capuchinos

La cofradía del colegio salesianos de San Bartolomé es silencio entre la algarabía del Miércoles Santo

Salesianos en el Miércoles Santo en Málaga, en imágenes

Salesianos. / Carlos guerrero

Salesianos, hermandad capuchinera por los cuatro costados, es silencio entre la algarabía del Miércoles Santo de Málaga. Su impronta es muy reconocible: rigor, sobriedad, recogimiento. Casi una catequesis en la calle que llama a los devotos con su contención.

A las seis y media en punto, los nazarenos con túnica y capirote negros y cíngulo de esparto apuraba los últimos metros de Ollería para entrar en una repleta calle Carretería, llena de personas ávidas de seguir el paso de las hermandades tras la lluvia que destrozó ayer el Martes Santo.

La cruz guía trazó en silencio la curva y los nazarenos, en completo silencio dando una lección de lo que debe ser y cómo ha de comportarse una hermandad en la calle, se esparcían en perfecto orden por Carretería, manteniendo el sello de una corporación con características propias.

El impresionante trono de Jesús de las Penas, crucificado y entregándose a la muerte como quien abraza a una vieja amiga, y la Virgen del Auxilio, ha entrado en Carretería con la marcha ‘Soledad, Madre centenaria’, interpretada magistralmente por la banda de cornetas y tambores de Jesús Cautivo, que casa año que pasa crece en calidad. La curva, trazada a la perfección, ha sido premiada con un descanso escaso, y seguidamente se ha interpretado ‘Cristo del Amor’.

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Una gran multitud acompaña a Salesianos en su paso por Carretería este Miércoles Santo en Málaga

Momentos de especial sabor cofrade se alcanzan cuando la hermandad salesiana realiza su estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral. El barroquismo de un trono de madera de cedro y barnizado y la solemnidad del grupo de misterio, compuesto por no solo por Jesús de las Penas y la Virgen del Auxilio, sino también por María Magdalena, María Cleofás y María Salomé, se unen a la legendaria atmósfera de la primera parroquia de la diócesis, para generar un ambiente de comunión y recogimiento que además deja estampas estéticas importable en las retinas de quienes asisten, o tienen la suerte de asistir a semejante puesta en escena.

La hermandad tiene profundas raíces del colegio salesiano y una unión muy especial con su barrio de Capuchinos, uno de los grandes semilleros cofrades de Málaga.

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