La solemnidad de Expiración cierra el Miércoles Santo en Málaga

La última cofradía en salir el Miércoles Santo en Málaga es solemne, elegante, imponente. Las puertas de la Casa Hermandad se han abierto puntuales, a las 20:50. La Cruz de Guía ha abierto paso al cortejo de nazarenos, vestidos con túnicas y capirotes morados. La banda de Cornetas y Tambores del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de Valdemoro ha marcado el ritmo de salida, que se ha retrasado 15 minutos a su horario inicial.

Después de que la Cruz de Guía haya abierto camino, el cortejo de nazarenos, vestidos con túnicas y capirotes morados, ha salido a la calle. Minutos después, El Perchel ha vuelto a mirar a los ojos al misterio de la muerte. El Santísimo Cristo de la Expiración, Señor del último aliento, ha cruzado las puertas de la parroquia de San Pedro bajo miradas de pasión.

A paso lento, pausado, mecido, tranquilo, el Cristo ha avanzado para reencontrarse con sus fieles. La restauración de su trono restauración del trono incluye una nueva mesa procesional de fibra de carbono y una intervención en la base de la cruz, obra de Manuel Toledano y Juan Vega, y la incorporación de un nuevo moldurón de caoba por Manuel Molina para las andas del Señor. Con un silencio estremecedor, los hombres de trono han acompañado a su Sagrado Titular con serenidad bajo el son de la Banda Musical Antiguos Alumnos de la Expiración.

Dentro de la iglesia aguardaba su momento María Santísima de los Dolores Coronada. Ha aparecido unos minutos después de su hijo, con su candelería totalmente encendida, luchando contra el viento que ha empezado a hacerse presente. La plaza ha aguardado silencio y respeto ya pasadas las 21:40. Los vecinos del barrio, los devotos y los curiosos, han enmudecido frente a Ella.

Los 250 hombres de trono la han mecido hasta tal punto de que parecía que bailaba al son del viento, acorde a como se han movido las hojas de los árboles. Ella ha acaparado miradas, lágrimas y sonrisas contenidas al reencontrarse con sus ojos. La Banda Musical Maestro Eloy García de la Archicofradía de la Expiración ha marcado el ritmo de sus pasos, un ritmo sosegado, cargado de emoción.